Un dato. La carrera de Enfermería, que se dicta en la «pecera», el Complejo Juan Domingo Perón, y que depende de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), necesita «simuladores» para las prácticas con los estudiantes. Los «simuladores» son reproducciones en escala del cuerpo humano. Como la Universidad funciona en sedes en préstamo, no cuenta con un laboratorio para guardarlos, entonces los «simuladores» deambulan de un lado a otro. Tienen valor en dólares y no son fáciles de adquirir.
Otro dato. El Campus de la Uader que se construye en Avenida General Espejo, en el sur de Paraná, es una estructura a medias. Por alguna razón, hay una parte del edificio que avanza rápido, y otra que es un esqueleto de concreto que está en veremos. Cuando se termine de construir, tendrá capacidad para albergar a un tercio de los 29 mil estudiantes que conforman la matrícula en Paraná (en la provincia suman 51 mil). Cuando ello ocurra, la finalización de la obra civil, la decisión de qué facultades se muden al Campus -Humanidades, Ciencias de la Gestión, Ciencias de la Vida y la Salud o Ciencia y Tecnología- la deberá tomar el consejo superior de Uader. No podrán ir todos.
¿La razón? Aunque será finalmente la primera sede de Uader no resultará del todo suficiente para dar cabida a toda la población estudiantil. Quizá vayan carreras, y no facultades completas. Eso está por verse.
La Uader fue el camino para que muchos jóvenes entrerrianos alcanzaran la educación superior. Pero así como está hoy tiene los días contados.
La idea de «nacionalizar» la Uader es una alternativa a la necesidad de financiamiento de la educación superior en Entre Ríos, hoy muy en desventaja.
En el Presupuesto de Nación de 2021, la inversión por habitante y por provincia en educación superior deja a Entre Ríos en una posición muy desigual: mientras en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el índice promedio es de $14.299,40 por habitante, el promedio nacional baja a $5.058,65, pero en el caso de Entre Ríos es todavía más exiguo: apenas $2.580,71.
Si se lo compara con la inversión en educación superior por habitante con las provincias de la Región Centro, Entre Ríos también queda en posición desventajosa: en Córdoba, la inversión es de $5.682,52, y en Santa Fe alcanza los $5.181,08.
Si se suma la inversión de Nación (UNER) y de Provincia (Uader) en el sostenimiento de la inversión en educación superior, “no se logra equiparar las asignaciones destinadas a la educación superior entrerriana en relación al promedio nacional y a los valores de las otras provincias que integran la Región Centro”, dice un informe producido por la Facultad de Humanidades, la primera que en el proyecto orinal que se divulgó y que fue presentado en el Congreso con la firma de la diputada nacional Blanca Osuna (Frente Creer).
La inversión promedio por habitante en Córdoba es de $5.278,76; en Santa Fe, de $5.181,09; y en Entre Ríos, de $4.565,97.
La nacionalización de la Uader, y no sólo de la Facultad de Humanidades, una de las cuatro unidades académicas que conforman ese centro de estudios de grado que nació en 2000, es un destino necesario a futuro, opina el rector Luciano Filipuzzi, un abogado con vasta experiencia en las lides universitarias. Es una cuestión presupuestaria, pero también de supervivencia. La Universidad necesita fondos para pagar salarios a docentes y a no docentes, pero también demanda infraestructura, investigación, extensión, y no siempre los recursos alcanzan. Ni están disponibles.
«Nacionalizar» la Uader, o Humanidades, como se logre, pondría en situación más ventajosa a la educación superior en Entre Ríos. Pero hasta ahora no se ha conseguido.
El planteo a Nación para que disponga de un auxilio financiero a la Uader en el Presupuesto no es nuevo. En 2016, el exrector Aníbal Sattler se lo planteó al entonces ministro de Educación de Mauricio Macri, Esteban Bullrich. «Somos un subsistema pequeño dentro del sistema universitario nacional, pero damos respuestas importantes en nuestras respectivas provincias, en cada localidad donde estamos presentes», argumentó.
El pedido fue para la Red de Universidades Provinciales. Pero no prosperó.
El Gobierno Nacional ha esquivado el pedido, aunque en los últimos días el tema reflotó a partir de la decisión de reforzar con una partida presupuestaria del Ministerio de Educación a un instituto universitario provincial en Formosa. Al respecto, el diputado nacional Ricardo Buryaile interpeló durante una reunión de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Nación al ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk. Le pidió al funcionario que explique por qué utilizan fondos nacionales que pertenecen a la Universidad Nacional de Formosa (UNaF) para financiar institutos universitarios provinciales de la administración del gobernador Gildo Insfrán.
«Esto realmente es una sorpresa, no sólo porque el Instituto Universitario de Formosa (provincial), no tiene reconocimiento nacional, sino porque depende netamente de la UNaF, la cual casualmente a mediado de este año comenzó a ser desfinanciada por parte de la Secretaría de Políticas Universitarias lo cual llevó a que se declare en Emergencia», dijo el legislador.
Como se ve, a veces, muy a veces, la Nación libera fondos para sostener universidades provinciales. Entre Ríos no ha conseguido que se liberen fondos para Uader.
Nacional sí, nacional no
La iniciativa de nacionalizar, a decir verdad, se trabajó en la Facultad de Humanidades -una de las cuatro unidades académicas de Uader, que concentra el 44% de la población estudiantil- en coordinación con la diputada nacional Blanca Osuna (Frente Creer). La gestión que encabeza la decana María Gracia Benedetti ha socializado la iniciativa: una de las reuniones fue con los directores de carreras de Humanidades. Pero también estaba al tanto de la elaboración del proyecto el rector Luciano Filipuzzi.
Filipuzzi entiende que a futuro el horizonte que se le plantea a Uader es la necesidad de que la Nación se haga cargo de la Universidad provincial: el presupuesto con el que se maneja no se actualiza desde 2012, no cuentan con edificio propio -ahora se construye un 50% de un tercio de lo que se necesita para toda la población universitaria- y en comparación con la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) están en situación muy desventajosa. «Trabajo Social de la UNER es el siglo XXI; nosotros, somos el siglo XIX», dicen en Uader.
«Yo voy a defender la nacionalización», plantea Filipuzzi. «Si hay oposición a esta propuesta, me parece que el mejor camino para resolver el tema es a través de un plebiscito. Estoy seguro de que ganamos con el 80%. La Uader es una universidad normalizada, con sus autoridades que han sido elegidas por el voto popular. Bueno, sometamos al voto esta propuesta. Lo que sí digo también es que en este momento una alternativa de nacionalización no sé si sería viable. O tendría las mismas chances que sacar el Quini 6», ironiza.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora