En 2017, el presupuesto asignado a la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) es de $1.117.281.500, con un incremento del 43,64% respecto a 2016. De ese total, el 94% se destina al pago de sueldos en la Universidad.
El presupuesto total educativo en la provincia este año es de $77.827.929.999, partida de la cual la mayor porción se la lleva el Consejo General de Educación (CGE).
En 2009, el presupuesto educativo representaba el 21,28% del gasto total provincial, pero durante el gobierno de Sergio Urribarri esa incidencia se desplomó, hasta llegar al 17,71% en 2011 para después iniciar una lenta recuperación. En 2017, la incidencia del gasto educativo es del 19,23% sobre el gasto total.
El profesor Luis Fernández, uruguayense, exsecretario de prensa de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), señala que en 2009 “la asignación a educación equivalía al 21,28%, del gasto provincial total. Esta incidencia porcentual había aumentado durante los años 2007, 2008 y 2009. Durante el año 2010 la porcentualidad cayó y no se pudo recuperar. En este sentido ha habido menos asignación presupuestaria durante los años de la crisis de la convertibilidad, donde los porcentajes llegaron al 14 %”.
“Lo presupuestado para el año 2017 ha aumentado un 0,66% pero no modifica sustancialmente algo y más bien se debe a la baja de disponibilidad de fondos, debido a la caída de la recaudación tributaria en el orden nacional y provincial. Si miramos el aumento porcentual del año 2016 al 2017, este ha sido del 38,77%, es decir por debajo del 40,3% de inflación anual”, señala Fernández, un minucioso rastreador en los números del presupuesto de la provincia.
En el Senado de la Nación, el proyecto quedó identificado así: S-2849/11. Fue presentado en 2011 por la entonces senadora Blanca Inés Osuna, y apuntó a la nacionalización de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), dándole además el nombre de Fermín Chavez.
El artículo 1º establecía: «Créase la Universidad Nacional Fermin Chavez en la provincia de Entre Ríos, que estará sujeta al régimen jurídico aplicable a las universidades nacionales”. Y el artículo 2º apuntaba que el objetivo era “desarrollar un proyecto institucional centrado en el compromiso con la construcción de una sociedad justa e inclusiva y el desarrollo social, económico y productivo de la Provincia, constituyéndose sobre la base de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader)».
Decía: «La nueva universidad deberá compatibilizar su oferta académica, tanto en lo geográfico como en lo disciplinar, con la oferta existente en otras universidades nacionales. A esos fines se faculta al Poder Ejecutivo Nacional para acordar, por intermedio del Ministerio de Educación de la Nación, con el Gobierno de la Provincia de Entre Rios la transferencia paulatina y progresiva a la nueva universidad de las carreras y programas educativos de la universidad provincial, sus bienes muebles e inmuebles, su personal directivo, docente y no docente, y alumnos”.
“Entendemos que en la etapa histórica actual, en la que el Estado Nacional ha retomado su protagonismo y sus funciones, la Universidad provincial debe integrase formalmente a la órbita nacional, para profundizar los logros alcanzados, para afianzar la identidad lograda y para asegurar su continuidad y sostenimiento en el tiempo, tanto a partir del acceso a los recursos financieros y técnicos comunes a todas las otras Instituciones nacionales homólogas, como desde la perspectiva de sumar su aporte a la construcción y consolidación del proyecto nacional en marcha”, decía Blanca en sus fundamentos.
Blanca había hecho pie sobre la base de una propuesta que había lanzado el exgobernador Sergio Urribarri, impulsado por el entonces ministro de Educación, José Lauritto. Pero la reacción adversa que tuvo la iniciativa obligó a Urribarri a dar marcha atrás con la propuesta.
El martes 16 de octubre de 2012 Urribarri dio marcha atrás, aunque defendió la nacionalización: «Creo que, a pesar de su conveniencia, el proyecto podría ser factor de situaciones ríspidas que no queremos y menos con los estudiantes. Por eso, pedimos su retiro y pensamos que hay que abrir un espacio de diálogo maduro y realista respecto del futuro de la universidad. Pero bueno, ahora que el proyecto se retira y se deja sin efecto la idea de la Universidad Fermín Chávez, creo que buena parte de la responsabilidad pasa a la comunidad educativa de la Uader a quienes convocaremos prontamente”, dijo.
Ese año, 2012, la Uader, surgida en 2000, durante el gobierno de Sergio Montiel, tenía una planta de 2.949 docentes, 700 administrativos y una matrícula de 20.000 alumnos. Hoy, un presupuesto anual de más de $1.100 millones. Y es, junto a la Caja de Jubilaciones, uno de los agujeros negros del presupuesto.
Ahora, el tema lo puso de nuevo en agenda el precandidato a diputado nacional por Cambiemos Atilio Benedetti, aunque su idea generó un tembladeral, y repulsas hasta en su propio partido, el radicalismo. “Yo no estoy proponiendo nacionalizar la Uader, no sólo porque es patrimonio de los entrerrianos gracias a un gobierno radical, sino que además su nacionalización está prohibida por la Constitución entrerriana. Lo que sí planteo enérgicamente es que su financiamiento es un tema para discutir. Nuestro gobierno nacional, después de diez años de desidia, se está haciendo cargo de la mitad del déficit de la Caja de Jubilaciones de Entre Ríos, y no por eso deja de ser provincial. El IAPV se maneja con fondos nacionales que le llegan a través del Fonavi, y no por eso deja de ser autárquico y provincial”, sostuvo el dirigente radical.
La idea, claro, no convenció a todos. El senador provincial Raymundo Kisser (Cambiemos) no comulga con la idea de Benedetti. «La Uader debe seguir en el ámbito provincial. La educación es una inversión no un gasto, aunque haya que hacerle algunos controles al presupuesto que hoy maneja”, sostuvo el legislador.
De la Redacción de Entre Ríos.
