El servicio de colectivos está en emergencia desde el martes 28 de noviembre. Un lockout patronal dispuesto por la concesionaria Buses Paraná dejó sin colectivos en horario nocturno, entre las 21,30 y las 5,30.

Este jueves la situación se agravó más: la ciudad quedó sin transporte público por un paro dispuesto por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en reclamo del pago de los salarios. La decisión de los choferes sobrevino por «no haberse hecho efectivo el pago total, en tiempo y en forma, de los salarios de los trabajadores de las empresas».

De modo que durante todo el día, de no mediar una solución de última hora, no habrá servicios de colectivos y la situación de caída del transporte no tiene fecha de culminación.

El lunes el Concejo Deliberante votó un aumento del 74% en la tarifa, que pasa de $117,20 a $204, un reclamo hecho por Buses Paraná para justificar el lockout patronal de la noche, pero ni aún así la medida se levantó.

Ya funcionan los MotoUber en Paraná

La Municipalidad de Paraná calificó la medida como «extorsiva» y anunció la aplicación de multas, pero nada parece hacer mella en la determinación empresaria.

En medio, los usuarios, sin servicio, apelan a otros medios de transporte en medio de una crisis feroz.

Uno de los servicios de mayor crecimiento, Uber, aplicó la ley de oferta y demanda y triplicó el costo del servicio. La tarifa de Uber tiene esa lógica: a mayor demanda, el precio sube.

Un viaje entre la zona de Don Bosco y Blas Parera y Plaza 1º de Mayo, que en un taxi tiene un costo de $1.800, en Uber cuesta $5.142.

El servicio alternativo, MotoUber, que para la misma distancia tenía un costo de $800, sin servicio de colectivos en horario nocturno el valor del viaje trepa a $1.148.

Mientras, se aguarda que entre en vigencia el nuevo cuadro tarifario para un servicio que se presta a medias, y en un contexto de precarización: servicio deficitario, unidades en mal estado, frecuencias que no cumplen con el contrato de concesión.

El PJ aprobó en el Concejo la suba del boleto a $204

La negociación comenzó dos meses atrás.

El 25 de octubre, Marcelo Lischet, representante de Buses Paraná, la concesionaria del servicio, planteó que “resulta urgente la revisión de tarifas vigentes, aduciendo la necesidad de una tarifa plana final con IVA por pasajeros transportados de valores que según el Ministerio de Transporte de Nación lleva a considerar una tarifa media de $700,00  por pasajero. Cabe destacar que no presentan estructura de costos correspondiente”.

Aunque el estudio encargado al especialista en costos del Departamento Ejecutivo, Carlos Maisterrena, determinó un valor de la tarifa plana de $204. A esa cifra se llegó “a través de conclusiones técnicas de los datos reales recabados a través del sistema de información de  SUBE, el Sistema de Gestión de Flota provisto por el Ministerio de Transporte de la Nación, con más una estimación efectiva de los subsidios nacionales, provinciales, el análisis real de la flota en servicio y su amortización del capital, kilometraje e índice pasajero por kilómetros proyectados, actividad real del servicio; por lo que resulta la tarifa técnica más adecuada para cubrir los costos presentes y futuros y la ganancia esperada por la prestataria, garantizando de este modo una prestación efectiva, continua e ininterrumpida del servicio público de transporte en la ciudad de Paraná”.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora