El Tribunal Oral Federal comenzó a escuchar los primeros testimonios en el juicio por narcotráfico que se le sigue al intendente de Paraná, Sergio Varisco; al concejal Pablo Hernández (Cambiemos); a la exfuncionaria de Seguridad, Griselda Bordeira; y a Daniel ‘Tavi’ Celis –sindicado como líder narco- y otras 28 personas.

Este lunes fue la tercera audiencia, en la que se terminaron de identificar al intendente y otros 10 acusados en la causa narcomunicipio. A su vez, el Tribunal oyó al primer testigo, el  exjefe de la Delegación Paraná de la Policía Federal Argentina, Víctor Alfonso Chanenko. El comisario complicó a Bordeira, ya que afirmó que ésta “conocía la actividad ilícita de Celis”.

El comisario dio cuenta de cómo se realizó la investigación sobre la organización acusada de actividades de narcotráfico.  Interrogado por el fiscal federal José Ignacio Candioti, Chanenko contó que  desde 2015 cumplió funciones como jefe de la Delegación Paraná de Policía Federal  y confirmó que la investigación comenzó a raíz de un llamado anónimo en el que se advertía que la droga secuestrada por la Policía de Entre  Ríos, en una finca ubicada al sur del barrio Paracao, había sido llevada al lugar en un  camión municipal por una persona a la que apodaban «Cebolla».

Ante ello, dijo que tras una investigación se identificó que la persona a la que se aludía con ese apodo es Miguel Leguizamón, ya que a su mujer se la llamaba de ese modo.  Además, mencionó que también se constató, pasado un tiempo, que Leguizamón tenía asiduos contactos con Daniel Celis, a quien por entonces en algunas publicaciones periodísticas se lo vinculaba al mundo narco.

Refirió Chanenko que existía un asiduo trato entre Leguizamón y Celis, ya que este último además tenía relación con el sindicato municipal y con la Unidad Municipal N° 2. A su vez, contó que se tras una serie de seguimientos se constató que además de Celis, también podría estar involucrado en maniobras ilícitas su hermano Miguel Ángel, alias «Titi», y la pareja de éste, ambos con domicilio en San Benito.

Indicó además que, en el marco de la búsqueda de otra persona vinculada a una causa por narcotráfico, detuvieron a un hombre portando un arma en inmediaciones a la casa de «Titi». Y refirió que días después se tomó conocimiento que la Justicia Federal de Concepción del Uruguay detuvo un vehículo marca Fiat Siena, color rojo, transportando marihuana. Tras un análisis de las fotografías recopiladas en la investigación, se estableció que el vehículo estuvo estacionado tiempo atrás cerca de la vivienda del hermano de «Tavi» Celis.

Ante esta situación, refirió que se profundizó la conexión entre los hermanos Celis y el tráfico de estupefacientes. Allí, precisó que se comenzaron a realizar escuchas telefónicas sobre los Celis, Leguizamón y otros.

Más adelante, contó que de las escuchas surgió que Celis hablaba de la necesidad de contar con camiones municipales para trasladar “algo” hacia la zona de San Benito, y que los vehículos no debían tener  ubicador satelital, es decir, GPS.

Chanenko contó luego cómo aparece en la investigación el nombre de Griselda Bordeira, por entonces secretaria de Seguridad del Municipio de Paraná. Señaló, al igual que lo hizo en su testimonial en la etapa de instrucción de la causa, que fue tras quedar detenido Celis, por el caso del robo a la finca de la familia Airaldi, de Diamante, en agosto de 2016.

En ese marco, manifestó que en una escucha telefónica aparece Bordeira hablando con otro funcionario policial de la zona de la  Diamante, y que en ella sostiene que lo que sucedió en el campo no fue un robo por parte de Celis, sino un ajuste de cuentas relacionada a la actividad narco.

En ese punto, Chanenko planteó: “Esto tendría que haberlo puesto (Bordeira) a disposición de la Justicia y no andar contándolo”.  A su vez, afirmó que  la exfuncionaria “conocía la actividad ilícita de Celis” y que esta “no quería quedar como la única que tenía que hacerse cargo, como la única que tenía vínculo con él”.

Otro de los datos aportados al Tribunal por el comisario fue que durante la investigación se escuchó que Celis estaba muy interesado por adquirir combustible aeronáutico con el fin de conseguir un mejor rendimiento en las carreras de karting y que tras indagar se supo que el imputado no competía en ninguna categoría de este tipo de deporte. También contó que apareció interesado por llevar combustible a zonas rurales.

Este dato hizo razonar a los investigadores que en realidad se buscaba combustible para abastecer avionetas que llegaban a los campos cargados con estupefacientes, como el secuestrado en mayo de 2017 en la zona de Colonia Avellaneda.

Así, tras escuchar a Chanenko, terminó la tercera audiencia del juicio que acumula dos expedientes: la causa narcoavioneta y la causa narcomunicipio. Este martes el Tribunal continuará con la recepción de testimoniales, desde las 12,30. Entonces será el turno de los policías federales Gonzalo Alexis Mendoza; Gustavo Perez e Iván Rocha.

El juicio


El juicio a Varisco y Celis, este último sindicado como jefe narco, comenzó el jueves pasado. En la megacausa, la Justicia federal investigó a una organización vinculada a la venta de marihuana y cocaína y su incidencia en el ámbito municipal.

A Varisco se lo acusa de haber pactado con Celis, septiembre de 2017, el financiamiento de la banda narco, a través de entrega de sumas de dinero y contrataciones en el municipio.

En la primera causa hay 23 procesados; y en la segunda, 11. Hay dos que están en ambas: Daniel Andrés “Tavi” Celis, y su padre, Eduardo Ramón.

El Tribunal Oral Federal está encabezado por Lilia Carnero y compuesto por Roberto López Arango y Noemí Berros. La acusación está a cargo de José Ignacio Candioti y el fiscal adjunto Leandro Ardoy.

 

 

Foto: Análisis Digital

De la Redacción de Entre Ríos Ahora