Hugo Grassi lleva más de 15 años al frente del Club San Agustín. También encabeza la Unión de Clubes Deportivos de Paraná (Acludepa) y fue funcionario de Blanca Osuna, en Deportes de la Comuna. Socios del club que preside reclaman hace mucho tiempo que Grassi presente por lo menos un balance o rinda cuentas de los sucesivos subsidios que recibió el club del Estado Provincial.
El Club San Agustín, sostienen los socios que denuncian a Hugo Grassi, recibió en 2013 un subsidio para reparar el techo del estadio de básquet. Pero el estadio, todavía, se llueve. Lo peor del caso, explican y denuncian en redes sociales, es que el presidente de la institución de calle Montiel no se aviene a rendir una sola cuenta, ni de los subsidios recibidos, ni de los balances anuales que por estatuto debe presentar la Comisión Directiva.
Hugo Grassi es uno de los fundadores de la Unión de Clubes Deportivos (Acludepa), desde donde se ha predicado incansablemente acerca de la responsabilidad dirigencial y la necesidad de trabajar de modo transparente. Eso, justamente, no sucede en San Aguistín.
Militante justicialista y exfuncionario de Blanca Osuna en la Secretaría de Deportes -como director de Deportes Federados-, Grassi logró en diferentes momentos de la gestión buenos resultados en beneficio de su club. Pero no mostró nunca un papel. Se maneja, en resumen, con total independencia de las reglas que predica Acludepa para un buen dirigente deportivo.
“Adeuda balances de 2013, 2014 y 2015, nosotros hicimos la presentación en Personas Jurídicas para reorganizar el club, debido a las irregularidades que están pasando”, detalló Betiana Zapata, socia de la institución y una exjugadora símbolo de la mejor etapa del club en la Liga Nacional de Básquet Femenino.
El 21 de marzo, un grupo de socios del Club San Agustín, preocupados por la situación de la entidad y su desorden institucional, resolvieron formular una presentación.
“Grassi denunció las actas perdidas en 2010 y en 2013 se le perdieron de nuevo. A nosotros no nos quiere cobrar las cuotas para que no podamos participar en asambleas con voz y voto”, explica Zapata.
Los socios tienen muchísimas dudas respecto al destino del dinero recibido en concepto de subsidio y Grassi no ha hecho nada por despejarlas. Por el contrario, hace tres años no presenta un balance.
Los antecedentes no cooperan para infundir confianza.
“En el año 2008 cuando hicimos revisar la documentación de los balances por un contador, se encontraron facturas apócrifas, pero él trajo a 50 socios inventados que levantaron la mano y le aprobaron balance igual”, relata Zapata.

DENUNCIA.
San Agustín no es el único frente de conflicto para Hugo Grassi. Hace pocos días, en radio La Voz, el dirigente Oscar Chapino salió con los tapones de punta contra Grassi, denunciando que “la gente de la Unión de Clubes Deportivos de Paraná (Acludepa) se quiere quedar con el club Libanés».
Chapino explicó que «los socios le piden a Grassi -presidente de Acludepa- que realice una comisión regularizadora», pero él se niega. «Grassi vivió del gobierno, nadie controla nada», enfatizó.
Concretamente, Chapino dice que las tres canchas que son propiedad de Libanés y que hoy por hoy maneja Grassi, están siendo alquiladas cada fin de semana y la plata del alquiler no tiene por destino las cuentas del Libanés.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.