Se presentó como abogado. El abogado Carlos Varela, gestor. Llamó al teléfono fijo de la casa del docente jubilado Eugenio Jacquemain, en Gualeguaychú, el lunes.

Hola. ¿Hablo con Eugenio Lacquemain?

-Hola. No. Mi apellido es Jacquemain.

-Ah, sí, sí. Perdón. Me equivoqué. Mire Eugenio: soy un abogado. Trabajo para el Banco Bersa. Lo llamo para informarle que en sus aportes previsionales usted ha tenido una malversación de fondos de $240 mil.

-¿Cómo?

-Vea, lo que pasa es que de sus aportes previsionales nacionales a la Anses se ha detectado una malversación de fondos, y usted tiene para cobrar, antes de jubilarse, precisamente $240 mil.

-Pero yo ya me jubilé hace seis meses. Además, nunca aporté a la Anses. Tengo aportes previsionales hechos a la Caja de Jubilaciones de la provincia. Nunca tuve aportes nacionales. Debe haber un error.

-Tenemos la información de que es así, y en su cuenta se van a depositar los $240 mil.

Jacquemain, un experimentado dirigente docente que ha participado dentro de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), seccional Gualeguay, docente de los colegios Luis Clavarino y Luis Jeannot Sueyro, entendió enseguida que se trataba de un intento de estafa.

Preguntó, de igual modo, cómo debía hacer para acceder a ese depósito de $240 mil en su cuenta sueldo. Mantuvo un rato la conversación con el «abogado». Del otro lado, el supuesto profesional le preguntó si tenía home banking, si sabía manejarlo, si estaba en su domicilio, si podía acceder a su cuenta, preguntas así.

Jacquemain, de igual modo, intentó varias veces hacer notar que se trataba de un error, que no podía haber ninguna malversación de aportes previsionales a la Anses porque nunca tuvo aportes jubilatorios nacionales. El «abogado», no claudicaba.

«Seguimos hablando por teléfono y esta persona me dio una serie de datos inequívocos. Sabía mis datos personales y hasta mi domicilio. Tenía muchos datos míos», contó Jacquemain en diálogo con Entre Ríos Ahora.

La conversación a través del teléfono seguía, y el «abogado» se mostró preocupado y atento en un punto:

-¿Pudo abrir el home banking? Necesitamos hacer una serie de operaciones para que usted pueda cobrar los $240 mil.

Jacquemain dudó: no pudo avanzar con la conversación con el gestor. Entonces, le propuso:

-Vamos a hacer una cosa -lo invitó-: vos me dejas un teléfono. ¿Tenés teléfono?

-Sí, sí. Te lo doy.

El gestor le dejó un teléfono con característica de Paraná. Jacquemain llamó: el número no corresponde a ningún abonado en servicio.

Jacquemain utilizó las redes sociales para hacer público el incidente. De inmediato, recibió muchas consultas, y mensajes que dieron cuenta de otros hechos similares ocurridos en Gualeguaychú.

«Mi recomendación a la gente cuando se enfrente a este tipo de situaciones es mantener la conversación hasta la parte donde el gestor dice el número de CBU (clave bancaria uniforme), para depositar determinada suma para un sellado, por ejemplo, y con ese CBU uno puede concurrir a realizar la denuncia correspondiente, ya que es como un documento de identidad, y uno puede averiguar así quiénes están detrás de esto», señaló.

Luego de haber posteado el incidente, empezó a recibir mensajes de otra gente que había pasado por situaciones parecidas, en las que les han pedido depósitos de $3.000, $4.000 o $5.000 para recibir ese supuesto pago del que hablan. «Muchos, excompañeros de los colegios donde trabajé hasta hace seis meses, incluso me hablaban del nombre del supuesto abogado que los llamó, también Carlos Varela. Uno piensa que estos tipos buscan estafar a personas ancianas. Pero no es tan así. Es evidente el rango que va de los 30 a los 65 años. Y llaman teniendo mucha información de la persona a la que hablan», contó.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.

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