Arriba, bien arriba –hay que levantar la vista—está escrito en letras moldeadas: Hotel Central, dice. Pero no es un hotel. Es un edificio exquisito, de dos plantas, carpintería que tuvo su mejor momento, balcones con un enrejado muy esmerado. El paso del tiempo le ha dado otros usos, y las sucesivas “intervenciones” lo han dejado sin el brillo que habrá tenido antaño. Ahora es una oficina pública: aloja la sede central del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), y las que han sido las habitaciones de aquel Hotel Central son ahora oficinas públicas, ocupadas por empleados públicas, divididas y subdivididas, las paredes carcomidas, el piso de madera muy gastado, la mampostería agujereada. Aunque visto en perspectiva, desde la esquina de Corrientes y Uruguay, guarda la belleza que tuvo en sus comienzos.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.