Gobernar es mostrar. La máxima no es nueva, pero en los últimos tiempos los funcionarios públicos han hecho uso y abuso de ella. Sobre todo cuando el día a día exige que exhiban cuáles son las acciones que se están llevando adelante para el bienestar de la población.

Esa necesidad por “mostrar gestión” puede ocasionar caer en el error que linda con el ridículo. Eso sucedió en la localidad de Santa Elena, del departamento La Paz. Allí, sus autoridades decidieron impulsar una campaña para que los ciudadanos separen los residuos orgánicos de los inorgánicos. Hasta allí la idea es para destacar, y está en línea con otros municipios de la provincia que buscan concientizar a la población sobre el cuidado del medioambiente y la salud. Sin embargo, la nota la dieron el intendente Silvio Moreyra y su secretario de Gobierno, Guillermo Vega, que encabezaron una reunión donde entregaron tachos de helados para que las instituciones locales comiencen a ejecutar la separación de residuos.

La entrega de los baldes fue publicada en la página de Facebook del municipio, con imágenes que muestran al jefe comunal y el secretario de Gobierno posando sonrientes con los “beneficiarios”. En las fotos se pueden ver 14 “cestos” blancos, con una estampa en aerosol para los residuos secos y húmedos.

Según difundió la prensa municipal, la entrega de los tachos fue el último viernes: “En el día de la fecha los Promotores Ambientales realizaron una recorrida por todas las distintas instituciones repartiendo cestos de clasificación residual, los mismos fueron confeccionados con baldes blanco de helados donados por un comercio de Santa Elena”.

En el comunicado se agregó que “el intendente Silvio Moreyra se reunió con las directoras de las escuelas públicas a quienes se les entregaron también los cestos Húmedo/seco para que lo tengan en cada establecimiento”. “Esto parecerá algo insignificante, pero son pasos firmes que se están dando sobre la conciencia del reciclado y el cuidado del medio ambiente”, dijo el jefe comunal en la oportunidad.

En otro post, el municipio contó que los tachos fueron distribuidos en diferentes lugares de trabajo como el Banco de Entre Ríos, Iosper, Correo Argentino, Materno Infantil, entre otros.

La ciudad de Santa Elena fue noticia la semana pasada cuando se conoció que el tanque de distribución de agua perdió miles de litros, profundizando uno de los problemas principales que hoy tiene la ciudad: la falta de agua potable en los barrios.

Según supo Entre Ríos Ahora, desde hace semanas diferentes puntos de la ciudad sufren la escasez del recurso. El caso más llamativo es el del barrio Hipólito Yrigoyen, casa familiar del intendente, donde los vecinos deben esperar hasta altas horas de la madrugada para cargar botellas y tanques. La respuesta oficial aún no llegó, aunque las autoridades se las ingenien por mostrar gestión.

 

Gonzalo Núñez

Especial para Entre Ríos Ahora.