Aldo Alejandro Díaz, actual secretario general del Sindicato de la Carne de Gualeguay, fue condenado por la Justicia a 14 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado por acceso carnal reiterado y lesiones graves psicológicas agravadas por mediar violencia de género. En el juicio, además de debatirse los daños psicológicos que arrastra la víctima y ventilarse los hechos de modo descarnado, también hubo espacio para que el defensor del condenado torciera el rumbo del caso y adjudicara la denuncia a cuestiones de «interna política» del justicialismo.
Díaz llegó a juicio acusado de hechos gravísimos. La imputación fiscal refirió que desde marzo de 2018 hasta marzo de 2020, MJSP, la víctima, y el dirigente sindical “mantuvieron una relación de pareja, en el marco de la cual, a partir del tercer mes, Díaz realizó de manera reiterada actos violentos, de sometimiento y superioridad sobre MJSP en razón de su condición de mujer, agrediéndola psicológicamente con agravios como ´puta´, ´trola´, ´que si no estaba con él iba a chupar la pija por dos pesos´, ´muerta de hambre´, controlándola y llamándola por teléfono y pidiéndole la ubicación en forma permanente”.
Un suceso que contó en las audiencias del juicio el fiscal Jorge Gutiérrez, de la Unidad Fiscal de Gualeguay, desnudó otra situación violenta: el titular del Sindicato de la Carne de Gualeguay obligó a un día a MJSP a “que ingiriera pastillas recetadas por un psiquiatra para él, agarrándole la mano y haciéndole tragar varias mientras le decía que estaba loca para luego dejarla encerrada, incomunicada e irse. En el mes de noviembre de 2019, Díaz y MJSP estaban en la casa de ésta y luego de una discusión por mensajes telefónicos Díaz apareció en el lugar y tuvieron relaciones sexuales de manera violenta, sin consentimiento, pese a lo cual Díaz las realizó con violencia, penetrándola con fuerza, causándole dolor, con la finalidad de lastimarla, debido a lo cual MJSP sangró, razón por la cual Díaz se asustó y se fue”.
El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay lo halló culpable al dirigente sindical y le aplicó 14 años. Díaz fue condenado el 26 de agosto, y los fundamentos del Tribunal de Juicios y Apelaciones se conocieron el 5 de este mes.
Condenan a 14 años de cárcel a dirigente del Sindicato de la Carne
Rubén Gallardo, defensor de Díaz, desacreditó todas las acusaciones, dudó de la víctima y dijo que todo el andamiaje propuesto por Fiscalía era, en realidad, una operación política interna del peronismo de Gualeguay.
En el alegato de apertura habló de la “absoluta falsedad de este cóctel de mentiras. Se demostrará a lo largo del debate que hay no solo una actitud mendaz de una mujer ambiciosa, militante política de un sector del partido mayoritario sino que además está inmerso también la política en pleno. En estas actuaciones, a partir de la declaración de imputado de su defendido, se puede visualizar esta actitud en donde se acusa a una persona que había accedido al Sindicato de la Carne a través del voto popular de sus afiliados”.
En defensa de Díaz y como forma de negar la acusación de violencia de género, el defensor Gallardo sostuvo que su cliente “promovió la participación de las mujeres en el sindicato. En la última interna no se pudieron hacer las elecciones, se robaron las listas y de esto no es ajeno la política”. Y agregó: “Es vergonzosa esta actuación denigrante de una persona que no tiene ni un antecedente y que solamente lo que ha hecho es sacar el Partido Justicialista del Sindicato de la Carne siendo él directivo del Partido Justicialista, privilegiando la participación de los trabajadores. De hecho, hasta que asumió como secretario general, no hubo listas, solamente la oficial y cuando volvió a repetir se presentaron cuatro listas”.
Después apuntó a la víctima como denunciadora serial . Dijo que antes de denunciar a Díaz “ya lo hizo con un médico”. Después, sumó: “Todo este coctel de mentiras va a quedar desvirtuado. Hay que terminar con que las internas de los partidos se vengan a resolver a tribunales. Porque una persona que tenía relaciones, cuando se corta y aparece una nueva relación de su defendido, aparece la denuncia. Uno de los promotores de esa denuncia fue una persona”, aseveró, “militante del errismo”, en relación a Luis Erro, exintendente de Gualeguay, que militaría en línea distinta a la de Díaz, volcado hacia la figura del exlegislador provincial Hernán Vitullo.
En su declaración, Díaz fue por esa misma senda: “Yo sé que a muchos políticos les interesa el Sindicato, pero no es de la forma de acusar a una persona, o usar a una mujer para poder entrar al Sindicato de la Carne”.
Después habló de la pelea interna entre el errismo (Luis Erro, exintendente de Gualeguiay) y el vitullismo (exlegislador provincial Hernán Vitullo): «La verdad, todo esto, todda esta maniobra política por el errismo en una disputa que viene entre el vitullismo y el errismo, cuando el secretario general antes era Aníbal Brugna, que permitía los actos políticos en el sindicado, y partir que yo asumo, desde el 2014, siendo yo peronista, nunca dejé participar la política dentro del sindicado. La política dentro del sindicato siempre me manejé que tiene que estar afuera, porque tenemos compañeros que son peronistas, son radicales, entonces nunca le di entrada al gremio a hacer actos políticos. Siempre nos manejamos en lo institucional trabajando por el bienestar de los trabajadores, trayendo viviendas, comprando tierras para poder hacer vivienda (…), pero todo esto sabemos muy bien que viene de un sector político, que son gente militantes del sector del errismo. Sabemos que la denunciante trabajó con Luis Erro».
Dijo el dirigente ante el tribunal que «ninguna mujer que he tenido me ha denunciado ni por acoso ni por abuso; ninguna».
El voto que comandó la sentencia de condena al secretario general del Sindicato de la Carne lo firmó el juez Dardo Tórtul, integrante del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, que contestó a los argumentos del defensor del dirigente sindical. El magistrado citó que el abogado Rubén Gallardo sostuvo que «esta falsa acusación de este grupo que nosotros identificamos como erristas (…) deja en superficie la burda maniobra de ensuciarlo a Díaz, de tratarlo de maltratador, drogadicto, lavador de dinero, etc, etc».
«Esta idea de una suerte de `armado` para desprestigiar a Díaz en el ámbito de su labor gremial y con finalidades político-partidarias, y tal como se adelantara en el veredicto junto a mis colegas de voto, nada más alejado de la realidad de los eventos, en virtud de lo acaecido en juicio y de las pruebas producidas en la audiencia de debate», señaló Tórtul en la sentencia condenatoria.
Tórtul descarta de plano la existencia de una interna política en la acusación a Díaz, y se apoya en los informes de los equipos técnicos que analizaron psicológicamente a la víctima y constataron los daños producidos por el agresor. Dijo el juez que esa medida de prueba «no responde a miembros de fuerza política alguna, sino a profesionales del trabajo social y de la salud psíquica, integrantes de un equipo técnico del Poder Judicial, auxiliares de carrera, que en modo alguno surgen como parciales o caprichosos en sus dictámenes, sino que su contundencia surge de su saber en su campo científico, su experiencia laboral y del conocimiento adquirido de su contacto con la víctima. Las conclusiones son claras: la veracidad del relato de (la víctima), que coloca en la autoría de tal maltrato verbal y sexual, al Sr. Aldo Díaz imputado de autos y ex pareja de la misma».
«En consecuencia -concluyó el juez-, de acuerdo a todo lo hasta aquí dicho, puede a esta altura concluirse con la certeza requerida por la instancia de que los hechos han acontecido en las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que han sido expresados por los acusadores y así demostrados».
Al final, concluye «que resulta ajustado sancionar al imputado Alejandro Aldo Díaz como autor material y responsable de los hechos precedentemente deslindados con la pena de catorce años de prisión de cumplimiento efectivo», a lo que adhirieron los otros dos jueces, Darío Ernesto Crespo y Roberto Javier Cadenas.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora