La cuarta jornada del juicio oral y público que se sigue al exvicegobernador Héctor Alanis y al exsenador provincial Humberto Ré permitió conocer de primera mano, y a partir del testimonio de cuatro exsenadores, de qué modo funcionaba el financiamiento de la política mediante el uso de recursos públicos.
La tesis que desplegaron los fiscales Alejandro Cánepa y Patricia Yedro en la acusación señala que en el período en que Alanis fue el vicegobernador de Jorge Busti (1995/1999) y Ré ocupó la vicepresidencia primera del Senado, ocurrió un desvío de fondos superior a los u$s 6 millones, cuyo destino no se pudo establecer.
La acusación parte de considerar las trasferencias de fondos que hubo de una cuenta a la otra: el denominado Programa 17 hacia el Programa 18. Esas trasferencias nunca se rindieron al Tribunal de Cuentas, por lo que no se sabe en qué se gastaron los fondos. Maximiliano Alanis, sobrino del exvicegobernador, fue el director del Programa 18; mientras que José Maximiliano Cretton Pereyra estuvo a cargo de la Administración del Senado, y del Programa 17.
Ambos, Maximiliano Alanis y Crettón Pereyra, admitieron responsabilidad en el delito de peculado –uso de fondos públicos con fines particulares- y accedieron a un juicio abreviado que incluye una pena de dos años y ocho meses de prisión condicional, más la inhabilitación absoluta perpetua para ocupar cargos públicos.
Esa maniobra, se consignó en la acusación, en una primera instancia habría permitido sustraer $5.912.825,20 pesos/dólares. Luego se habrían detectado maniobras irregulares con $220.000 pesos/dólares. La suma de ambas operaciones da como resultado 6.132.825,20 de pesos/dólares que nunca se encontraron.
La tesis es que el destino de esos fondos fue para financiar la política mediante el pago de contratos, de subsidios o de publicidad.
En las audiencias que se desarrollaron este miércoles se escuchó el testimonio de exsenadores que relataron de qué modo era el modus operandi: cada alegislador tenía asignado un cupo mensual de subsidios y de contratos. En la Administración del Senado le daban el dinero en efectivo, y ellos se encargaban de pagar a sus empleados o de entregar los subsdios, gastos que se rendían mediante “recibos”.
El exsenador provincial Roberto Tabeni (UCR) contó que cada senador manejaba una caja de pago de contratos a empleados que, en realidad, no cumplían funciones en la Cámara de Senadores, sino en los departamentos de origen
Tabeni tenía dos empleados contratados –en realidad, aclaró, dos contratos-, mediante la modalidad de contrato de servicios. “En realidad –abundó- eran cuatro medio contratos. Por el mismo importe para contratar dos empleados, se hacían cuatro contratos”. Esos contratados no se desempeñaban en la Cámara, sino en el departamento del legislador, en este caso, Federación.
Los defensores de Alanis, Julio Federik y Leopoldo Lambruschini, le preguntaron cómo se pagaban esos contratos de empleados a su cargo. “Nosotros recibíamos el importe, les pagábamos y les hacíamos firmar el recibo. Nos daban la plata en el Servicio Administrativo del Senado”, contestó.
Tabeni, quien fue vocal del Tribunal de Cuentas de Entre Ríos a la vuelta del período institucional, en 1984, contó el modo precario cómo se manejaban con los fondos públicos del Senado. Ante una pregunta del fiscal Alejandro Cánepa sobre cómo se le pagaban esos “medio contratos”, dijo: “Yo recibía la plata (de los contratos) y como no estaban acá (los empleados) llevaba el dinero, les pagaba y les hacía firmar el recibo”.
-¿Quién le daba el dinero?
-No recuerdo.
-¿Lo conoce a Maximiliano Alanis?
-De Maxi tengo una imagen de él. No tuve contacto directo. No tenía contacto directo.
-¿Alguna vez recibió dinero de Maximiliano Alanis?
-No recuerdo. No lo ubico.
Tabeni, que fue presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, aseguró no recordar a qué cuenta se imputaba el gasto de los contratos de empleados que él tenía a cargo. “Creo que era del Programa 18”, dudó.
-¿Los recibos que usted hacía firmar a sus empleados tenían aprobación del Tribunal de Cuentas?
.No, pero me imagino que sí.
Después, puso blanco sobre negro sobre cómo se distribuían los fondos para pago de contratos y subsidios: los legisladores recibían el dinero en efectivo, y ellos mismos pagaban a los interesados, sea un contratado o una entidad que recibía el subsidio.
En segundo lugar declaró otro ex senador radical, Roque Londra –oriundo de Sauce de Luna- que dio otra versión de cómo funcionaban los contratos en el Senado. Contó que durante su gestión como miembro de la Cámara Alta, tuvo un solo empleado contratado y un adscripto, pero que el pago a esos trabajadores se manejó de otro modo a como contó Tabeni.
“El sueldo lo cobran ellos. Iban y cobraban. Nunca me entregaban a mí la plata para que les pagara”, subrayó.
Lo que sí manejó fueron los montos de subsidios, que recibía en efectivo y después entregaba a sus destinatarios. Ese dinero, hipotetizó, se retiraba de la Tesorería. “Me parece, imagino que de ahí, de la Tesorería”, contó.
El exsenador radical Julio Mármol, del departamento Feliciano, explicó que los dos secretarios que tuvo fueron de planta permanente. “Yo no acepté contratos de obra”, afirmó.
“No le puedo asegurar, porque no conocía a nadie –dijo cuando le preguntaron si sabía de otros senadores que sí tuvieran asesores contratados-. Mi primera discusión política fue esa”. }
Dijo que tramitó subsidios, pero “que están todos rendidos, y el Tribunal de Cuentas no me ha hecho observaciones”. Y recordó que en Senado había dos cuentas, una a la que tenían acceso los senadores para efectuar un control de gastos; y otra que les estaba vedada.
“Hicimos varias observaciones en la cuenta que nos tocaba supervisar”, apuntó el exsenador radical.
La aclaración vino tras una consulta del fiscal Cánepa. “La cuenta de la Cámara se podía revisar, pero no la de la Vicegobernación”, contó.
El exsenador radical Jorge Krenz relató otra versión del manejo de dinero en el Senado.
“Prácticamente, no tenía personal a mi cargo. Teníamos asesores. Creo que cuando iniciamos había uno del bloque, dos que nos asignaron, uno más, y no recuerdo si otro más. Cuatro, seguro. No sé si fueron cinco. Todos prestaban servicio en mi oficina. Yo representaba al departamento Nogoyá”, detalló.
El pago de los asesores era una tarea de la que se ocupaba el propio senador Krenz. Lo hacía con dinero en efectivo. “Yo le pagaba a mis asesores. A mí me daban el dinero, y yo les pagaba a los asesores. Con un recibo, que les hacía firmar”.
Krenz contó que cada senador recibía dinero en efectivo: la dieta más el dinero que tenían asignado para distribuir en subsidios cada mes. “Quien nos pagaba era Crettón Pereyra”, ilustró al tribunal, compuesto por los camaristas Rafael Cotorruelo, Gervasio Labriola y Gustavo Pimentel.
“Recibíamos la dieta más el dinero para subsidios, todo en efectivo. Nos entregaban el total en efectivo”, añadió.
Respecto de los subsidios, aseguró que “fueron asignados al inicio de la gestión, en diciembre de 1995. Nadie nos preguntó cuántos subsidios necesitábamos. Simplemente se nos asignó un monto. Yo rendí hasta el último que entregué”.
Fueron los únicos testigos que pasaron en esta audiencia de miércoles, que transcurrió por carriles normales, sin intercambio de opiniones entre defensores y Fiscalía, y con testimonios que fueron breves.
Las audiencias se retomarán este jueves, a las 9.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.