Entre Ríos, según el Censo Nacional Docente -el último registro oficial disponible, de 2014- cuenta con una planta de 42.656 docentes, de los cuales 30.274 están frente a alumnos; el resto, ocupa cargos administrativos o directivos.
De ese total, 32.468 son mujeres; el resto, 9.867 son hombres -el censo no especificó en 321 casos-, con lo cual en la actividad los varones son claramente una minoría.
Apenas el 23,1% de los docentes son hombres. Entre ellos está Martín Gotte.
Martín Gotte es maestro y, como muchos, debe dejar cada día su ciudad y trasladarse a otra para dar clase.
Martín vive en Bovril y trabaja de docente en Paraná.
Sale en el ómnibus de las 5,10 de la mañana, y cuando está en Paraná, se sube a un colectivo urbano para llegar a destino, su escuela.
Se recibió de maestro hace cuatro años, pero trabaja desde hace dos y medio haciendo suplencias. Cuando tiene suerte, retorna a su casa a las 14, .
Espera las vacaciones como todo trabajador, durante esas dos semanas no viajará al exterior, no comprará muebles nuevos ni casa nueva, ni terminará los trámites de un nuevo 0km. Martín espera las vacaciones para meter en esos días algunos laburos con los que complementa el insuficiente sueldo de docente. Mientras él hace trabajos de albañilería y metalurgia (también corta el pasto, acaba de terminar de pagar una motoguadaña), otros docentes preparan comidas, hacen souvenirs para fiestas, preparan alumnos, trabajan con telas y tejidos, hacen laburos contables o venden artículos varios. Todas changas que se pinchan en tiempos de crotera como estos.
Es viernes y Martín lo sabe, descansará un rato y empieza a organizar su fin de semana, entre descanso, changas y la planificación de sus clases.
Foto: La Lucha en la Calle
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.