A veces, la Iglesia Católica puede lo que el resto de los mortales, incluido su propio rebaño, tiene impedido.

Un sacerdote que murió en Chajarí, fue velado de cuerpo presente en las instalaciones de un templo y, al día siguiente, trasladado el finado hacia Concordia, donde fue sepultado, previa misa exequial presidida por el obispo Luis Armando Collazuol.

Todo eso, la misa de cuerpo presente, el viaje entre una ciudad y otra, y la misa exequial, ocurrió en medio de la pandemia de coronavirus, y las fuertes restricciones que existen.

El protagonista involuntario de esa sucesión de hechos fue el cura Rosendo Cocco, que falleció el lunes, en Chajarí, a los 90 años.

#exequias❤️ Padre Cocco✝️ Así lo despedimos🙏🏻

Publicado por Parroquia María Auxiliadora Chajarí en Lunes, 7 de septiembre de 2020

El cura Jorge Charreun, párroco de la parroquia María Auxiliadora de Chajarí lo veló, a cajón destapado, en las instalaciones del templo. Después del velatorio en Chajarí, el féretro viajó hacia Concordia, donde sus restos fueron inhumados en el cementerio Pinar del Campanario, previo a una misa exequial presidida por el obispo Luis Armando Collazuol.

En Concordia, sin embargo, según una disposición del intendente Alfredo Francolini los servicios en el Cementerio Municipal están restringidos. Aunque funciona de lunes a lunes, de 9 a 17, las actividades se cumplen bajo un estricto protocolo: está habilitado el ingreso de dos integrantes por familia a los panteones, nichos o sepulturas, en un tiempo máximo de 30 minutos. No se permite el ingreso de más de 30 personas en simultáneo a la necrópolis, y es obligatorio el uso de tapaboca o barbijo casero, además de las medidas de prevención individual ya conocidas en lo que respecta a respetar el distanciamiento social y el uso de alcohol en gel como desinfectante.

A pesar de los controles rigurosos que anunció el intendente Francolini y de las restricciones en el Cementerio Municipal, la Iglesia pudo ingresar el féretro a la ciudad de Chajarí y sepultar al cura Cocco en un cementerio privado que depende del Obispado de Concordia.

El obispo Collazuol presidió la misa exequial en Concordia. Atrás, un cura sin barbijo. Al lado, el cura Charreun.

Cocco integraba la comunidad de la parroquia María Auxiliadora, de Chajarí, donde el sacerdote Jorge Charreun dirige un rebaño con un sello personal: es cura carismático.

Charreun suele sacar los pies del plato, a veces en un tono kistch, en ocasiones pasándose por encima de las leyes. En julio de 2019, encabezó una disertación sobre educación sexual en Chajarí y dijo que en las confesiones escucha a “niños de cuarto grado” decir que se han masturbado. Y por eso se mostró contrario a que en las escuelas primarias haya baños unisex. “Esa es la ideología de género. Quieren borrar las diferencias, quieren igualar todo, y las diferencias están”, aseveró, y defendió el hecho de que esa charla haya sido “obligatoria” para los padres “porque hay que abrir los ojos”.

En todo jocoso, el cura Charreun aludió al apoderado legal del Colegio María Auxiliadora. “Imaginate si Carlos Percara, el apoderado de la escuela, propone que tengamos un solo baño. Más vale, lo sacamos a patadas”, sostuvo.

De alto perfil en redes, el año último se atrevió a darle un toque «hollywoodense» a su cumpleaños.

Y este año, desde la cuenta de la parroquia María Auxiliadora escracharon a la diputada nacional Gabriela Lena, oriunda de Chajarí, por haber anunciado que votaría a favor del proyecto del presidente Alberto Fernández para legalizar el aborto.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora