La Justicia de Nogoyá está frente a una encrucijada: dilucidar las circunstancias en las que se habría producido el abuso de una chica de 15 años en Lucas González -a 135 kilómetros de Paraná-, según lo denunciado el domingo, a primera hora de la mañana, en sede policial.

En los Tribunales de momento no hay ninguna certeza respecto de cómo se produjo el hecho, quiénes fueron los supuestos agresores, aunque lo que mayores incógnitas genera es la situación de la menor que denunció haber sido abusada: según la primera pericia médica, no existirían indicios que puedan certificar que el hecho existió.

Todo se originó tras la denuncia que realizó en la comisaría de Lucas González -a 30 kilómetros de Nogoyá- María Soledad Cabrera el domingo 8 de julio, a las 8,35. La mujer, que atiende un puesto de comidas rápidas frente al salón de la Asociación Alemanas del Volga, recibió ese domingo, a las 7,43, una llamada desde el Hospital Santa Rosa. La llamó el médico Gerardo Adaime, director del nosocomio, para anoticiarla que allí se encontraba su hija, PCRC, de 15 años.

El médico, según la denuncia, le pide que se haga presente en el hospital «por cuanto allí se encontraba mi hija (…), diciéndome el medico que aparentemente había sufrido un abuso sexual y que necesitaba que me hiciera presente de inmediato. Es así que al concurrir a dicho nosocomio me entrevisto con el médico quien me interioriza de lo ocurrido y luego hablo con mi hija, quien me comenta que siendo alrededor de las 06:30 hs, cuando estaba terminando el bailable en dicho Salón (Alemanes del Volga) y ella intentaba retirarse del lugar, la toman por ambos brazos dos personas masculinas, quienes le dicen que no gritara ni llamara la atención y que saliera con ellos».

El relato de la madre no identifica a los supuestos agresores, ni a quienes cometieron el abuso de la chica. Sólo cuenta que su hija sale en compañía de estas dos personas del Salón Alemanes del Volga,»pasan a la parte de enfrente de salón, donde está la plaza, para luego dirigirse a la parte trasera del lugar donde había gran cantidad de vehículos y es ahí que estas dos personas le dicen que se sacara toda la ropa con intenciones de filmarla, diciéndole estas personas que si no hacía lo que le pedían, iban a difundir la filmación en todo el pueblo y por redes sociales de lo que estaban haciendo».

Fue entonces que los dos agresores, dice la denuncia, «de forma brusca, le bajan el pantalón corto color negro que llevaba puesto y su ropa interior y la someten sexualmente de forma vaginal y anal», tras lo cua la chica huye del lugar corriendo. Cuando la Policía le preguntó a la madre si tenía algún dato que permitiese identificar a los agresores, relató que su hija le comentó «que uno de ellos llevaba una remera color blanca, no recordando datos específicos  o contextura física de ambos debido al estado de shock».

La mujer agregó un dato: «que al momento de suscitado todo este altercado, yo estaba trabajando frente al Salón Alemanes del Volga, como he mencionado, y esto ocurrió a poca distancia de donde yo me encontraba, siendo esto una situación de impotencia por todo lo ocurrido, agrego además que de ser necesario entregarpé el celular particular de mi hija para ser revisado por si recibió algún llamado previo o lo que sea necesario a través de la Justicia».

Efectivamente, la Justicia de Nogoyá comenzó a actuar y a investigar, y ya tiene en su poder el celular de la menor, que, sin embargo, no ha declarado en la causa. Lo haría recién cuando se reinicie la actividad corriente en Tribunales, tras la feria judicial de invierno. Y lo hará en Cámara Gesell. «La denuncia de abuso no nos cierra por ningún lado. No hay elementos que nos den una pista de que haya ocurrido efectivamente un abuso, y de la forma en la que lo relató la madre. Pero eso no quiere decir que no haya ocurrido un delito. Eso es lo que estamos investigando. Podemos estar en presencia de otro tipo de delito», dijo una fuente judicial que pidió reserva.

«Estamos tras la pista de otro delito, pero no queremos dar datos para que no fracase la investigación que está en marcha sobre este caso», agrega la fuente, que da un dato clave: el teléfono de la menor arrojó una pista que se está siguiendo.

Las imágenes que arrojan las cámaras que están siendo peritadas dan cuenta que todo tuvo su origen en un encuentro que hubo en el Polideportivo Municipal de Lucas González, y de ahí todo se trasladó al salón de la Asociación Alemanes del Volga. Las imágenes muestran a la menor en compañía de otras personas, pero que no fueron incluidos en la denuncia por abuso, que, además, fue hecha contra autores desconocidos.

-¿Entonces se descarta la denuncia de abuso?

-No, no se descarta. Se va a investigar, y después de escuchar a la menor en Cámara Gesell, se decidirá qué destino le damos a la investigación. Pero, independientemente de lo que surja, tenemos otra línea de investigación sobre este caso que nos puede sorprender. Nos estaría hablando de que en este pueblo están pasando cosas que, a lo mejor, no sabíamos que pasaban.

Lucas González ya ha sido conocida en todo el país por un caso emblemático de abuso: el que perpetró el cura Juan Diego Escobar Gaviria contra cuatro menores. El sacerdote fue condenado a 25 años de cárcel, y desde abril de 2017 purga prisión preventiva -hasta que el fallo quede firme- en la Unidad Penal de Victoria.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.