«Les contamos que Pamela está de 14 semanas y vamos a hacer una ecografía con el doctor Martínez, a quien le vamos a preguntar todo lo que está viendo», anunció la locutora, a viva voz, desde el escenario montado en la explanada de Casa de Gobierno.

Una pantalla oscura prometió lo que nunca ocurrió: la proyección de las imágenes del feto dentro de la panza de Pamela. Hubo un desentendimiento técnico, y la pantalla no proyectó nada, así que fue preciso relatar lo que ocurría: una escena de culebrón.

Pamela se acostó en la camilla puesta en el escenario frente a Plaza Mansilla, el médico se asentó junto a ella, una chica con una cámara de fotos -y una bandera argentina colgada sobre su espalda con la leyenda «Sí a la vida»- fotografiaba la escena.

Los técnicos se afanaban por solucionar el desperfecto técnico, pero sin mucha suerte.

Entonces fue preciso relatar lo que la pantalla se negaba a proyectar a los muchos que se habían congregado al final de la movilización de los grupos antiaborto, que caminaron desde el Parque Urquiza a Casa de Gobierno.

Lo relató el ecografista, Raúl Martínez.

-¿Usted qué ve, qué nos puede adelantar?

El doctor, entonces, explicó que las 14 semanas resultan un dato que no siempre puede ser certero -«depende del operador», dijo-, y a veces pueden ser más. «Puede haber un error humano», analizó. «Y se puede estar matando gente, o seres humanos, de distintas edades, de cualquier edad, por esos errores fortuitos, entre comillas», contó el médico.

Le preguntaron entonces, ya sin proyección en la pantalla, que relatara lo que está viendo a través del monitor del ecógrafo.

-El bebé que se mueve para todos lados, el latido del corazón. ¿Lo ves?

Aplausos.

El médico siguió dando detalles como en un talk show de la tarde.

-Lo ves moverse, los cuatro miembros, la cabecita, el corazón, el abdómen.

-¿Podemos saber si es nena o nene?

-Todavía no.

La escena ocurrió en un sitio insólito: Casa de Gobierno,al concluir la movilización antiaborto que convocó este domingo la Red de Familias Entrerrianas y la curia. Una mujer puesta en una camilla, un médico contando, urbi et orbi, la imagen que proyectaba en un ecógrafo la panza de una mujer embarazada, y la platea siguiendo todo eso como en un reality de la tele.

«Salvemos las dos vidas», se leía en la pantalla, sobre fondo rosa, puesto en el ingreso a Casa de Gobierno.

No se trató, claro, de una simple ecografía el acto. Hubo fuertes abucheos a dos legisladores nacionales, Sigrid Kunath y Pedro Guastavino, y un pedido expreso para que el gobernador Gustavo Bordet derogue el protocolo de actuación en casos de aborto no punible, según un fallo dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2012.

«No se trata de un problema de salud, porque de este crimen nadie sale sano», dice el documento que leyeron los pro vida frente a Casa de Gobierno. Y por eso «exigieron» al gobernador Bordet y a la ministra de Salud, Sonia Velázquez, la «eliminación» del protocolo de aborto no punible, por considerarlo «inconstitucional».

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.