Matías Nonini, 25 años, fue detenido en un megaoperativo policial antidrogas el viernes 21 de noviembre y quedó desde el vamos sindicado como cabecilla de una organización dedicado al narcotráfico en la zona de San José de Feliciano, en el norte entrerriano. Estuvo detenido dos días en una celda de la Jefatura de Policía de Feliciano. El domingo a la mañana apareció muerto.

En esas horas en las que estuvo privado de su libertad lo incomunicaron, aunque nadie dice esta boca es mía para asumir la responsabilidad de esa decisión: la Policía dizque el Ministerio Público Fiscal; la fiscal Gisela Guadalupe Muñiz, una funcionaria designada en forma provisoria, dice que ella no, que una medida así solo puede adoptarla la Justicia de Garantías. En el ínterin, el expediente del caso salió de Feliciano y recaló en Paraná para determinar, explicó el fiscal Coordinador Álvaro Piérola, cuál fiscal continúa con la investigación.

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Paola Nonini, mamá de Matías, no puede todavía hace el duelo por la muerte de su hijo. Este martes se cumple un mes. “Tenemos muchas dudas respecto de la muerte de Matías, porque nadie se hace cargo de quién decidió el aislamiento de Matías. La Policía te dice que ellos reciben esa orden, que no tienen competencia para aislar a una persona, que la orden vino de la fiscal. La fiscal dice que quien debería cuidarlo no lo cuidó, que sería la Policía, pero alguien ordenó que Matías esté aislado en un calabozo y no esté con el resto de las otras personas que estaban ahí”, contó durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7

-¿No han podido acceder a información certera que dé cuenta de quién dio la orden de incomunicarlo?

-Alguien dio la orden, pero no sabemos quién la dio. Mi hijo estaba en un calabozo, solo, en un fin de semana largo. Hay cámaras de seguridad en la Jefatura, pero también hay puntos ciegos. Estando ahí adentro, a vos te pueden inducir, haciéndote la cabeza, diciéndote cosas, Entonces, respecto del desenlace, la muerte de mi hijo, yo tengo mis serias dudas de que si realmente fue así como como a mí me lo dicen, porque yo no tuve acceso a nada; ni siquiera al escrito de la autopsia.

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-El comunicado que da a conocer la Policía cuando se produce la detención ubica a tu hijo como cabecilla de una banda de narcotraficantes en Feliciano.

-Exactamente. A mí lo que me sorprende es semejante titular y semejante despliegue para alguien, como mi hijo, que ni siquiera tenía para pagar la boleta de la luz. Le habían cortado dos veces la luz, y yo tuve que usar mi cuenta de Mercado Pago para pagársela. Entonces, yo no entiendo, si es un jefe de una banda, cómo es que le cortaron dos veces la luz. Esto me pareció tan televisivo, tan de show. ¿Qué logran con esto? Logran la falta de empatía y fomentan el odio. Los jóvenes quedaron con miedo. Muchos me avisaron que no pudieron ir al cementerio a acompañarlo a mi hijo. Temían una represalia. Este es un pueblo chico, donde nos conocemos todos.  Yo digo: si mi hijo andaba en algo malo, bueno, que me lo metan preso, que pague, pero no me lo devuelvas en una bolsa. Mi hijo no tuvo derecho a defenderse. El domingo, cuando pasa lo que pasó, Matías tenía que declarar a las diez de la mañana, y mi hijo no tuvo derecho ni siquiera a declarar. Entonces, a mí me quedan mis serias dudas si hubo una inducción o si Matías sabía algo que no querían que se supiera.

-Uno de los querellantes de la familia, Ricardo Temporetti, que fue veinte años fiscal en Feliciano, planteó la resistencia para que se incorporara a la causa, y esas resistencias vinieron desde la propia Fiscalía.

-Nosotros teníamos de abogado al doctor Nicolás Baldini. Luego, mis hijos me piden que incorporemos a Temporetti. Yo accedo, y sí, hubo resistencia para que se constituyera como querellante. Finalmente, se lo aceptó. Pero es llamativo esto que pasó en la Fiscalía. Encima, no nos han permitido acceder al expediente.

-¿Y eso por qué?

-Lo que les dicen a los abogados es que el legajo de Matías no está en Feliciano, que se mandó a Paraná. Eso también llamó la atención. Creo que yo he sido prudente, he sido respetuosa de no salir a hablar. Pero alguien me tiene que dar una respuesta. Jamás vi nada escrito  que dé cuenta de qué fue lo que pasó. Todo lo que yo sé es de oído, y tengo que creer en lo que me contaron, supuestamente, de lo sucedido.

-¿Con cuál de las dos fiscales estás en comunicación? ¿Gisela Muñiz o Soledad Bordoy?

-No, la que me informa a mí del fallecimiento de Matías es la fiscal Muñiz, y es con la que yo he tenido contacto. Nunca hablé con la doctora Bordoy.

-¿Encontrás que hay situaciones que no tienen explicación?

-Tengo todas las dudas. La guardia que toma el turno de la mañana avisa a la fiscal Muñiz del hallazgo del cuerpo a las ocho y media de la mañana de ese domingo. La Gendarmería dice que el cuerpo llevaba horas ahí. Por las imágenes de las cámaras el responsable de la celda estaba durmiendo. Yo pienso, ¿lo indujeron? ¿Matías tomó esta decisión solo? ¿Hubo un apriete o qué pasó? Porque de eso tampoco nadie habla.

-¿Sabés qué pasó con el personal policial que estaba de guardia, que vos tenés la la certeza de que uno de ellos, que debía estar atento, estaba durmiendo.

-Es triste, es feo, es doloroso lo que te voy a decir; asumió un nuevo jefe departamental en Feliciano y dispuso un reconocimiento al personal que estuvo ese día de guardia. Esta persona que estaba durmiendo fue ascendido. Debería enfrentar un sumario porque no estaba cumpliendo su función. A ningún ser humano te lo entregan como me entregaron a mi hijo. Ni a un animal. Yo necesitaba ver el cuerpo de mi hijo. Con un dolor inmenso, me tomé el trabajo de ver cada centímetro de mi hijo. Te puedo jurar por la vida del resto de todos mis hijos, que tenía el cuerpo abierto, que le vi todos los órganos, ni siquiera me lo cosieron. Fue su propio hermano, el mayor, el que terminó cosiéndolo desde el ombligo hasta el mentón. Mi propio hijo. Es mucho el dolor que uno viene aguantando y mantenerse respetuoso. Jamás dije una mala palabra ni nada por el estilo. Pero ahora ya no tengo miedo. Ya un pedacito de mí se llevaron.

 

 

De a Redacción de Entre Ríos Ahora