Allá está el río, el verde, en medio la barranca, pero acá, en esta cuesta que se desprende al bajo, hay una hilera de auto que parece interminable. El paseo más soleado de la ciudad ha sido convertido en una gran playa de estacionamiento. Los autos cubren todos los espacios, empiezan desde lo alto y van bajando, y la escena es turbadora. Autos, autos y más autos en un lugar que es verde, verde y más verde.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.