El sábado 24, “El Diario” publicó un reportaje al obispo Juan Alberto Puiggari, en el que abordó la situación de la Iglesia ante los escandalosos casos de pedofilia que salpican a parte del clero paranaense.

A la consulta respecto de si la Iglesia reaccionó tarde una vez que supieron de los casos, Puiggari dijo: “La verdad es que no sabíamos bien cómo reaccionar. Ahora hay un protocolo muy claro de la Santa Sede que nos facilita. Sé lo que tengo que hacer ni bien me entero, y es lo que he aplicado en los casos del padre Marcelino (Moya) y el padre Juan Pablo (Escobar Gaviria)”.

Respecto de si hubo “ocultamiento”, respondió de modo llamativo: “En estos dos últimos casos, no. Que alguien me lo diga. Creo que no”. Implícitamente, sembró dudas respecto al manejo que tuvo Estanislao Karlic del caso Ilarraz.

“A mí como obispo me ha tocado recibir una herencia que es el caso Ilarraz. Pero en los últimos casos donde me ha tocado actuar puedo brindar la certeza, y que los fiscales me lo desmientan si no es así, que no se ha mentido en nada. Se ha colaborado con la justicia y no se ha tapado nada”, aseguró.

Una primera reacción a esos dichos provino de José Francisco Dumoulin, expárroco de Santa Rosa de Lima, de Villaguay, hoy alejado de la vida eclesiástica: “Él fue el responsable de la formación, estuvo siempre desde que se ordenó en el año 76 hasta 2003 como formador en el Semanario”.

Las expresiones se sucedieron luego de un posteo hecho en su muro de Facebook por Monique Deppen, una feligresa que supo estar muy cerca de la Iglesia y que ahora tiene una mirada muy crítica: “¿Cuándo vamos a empezar a tomar en serio los casos de abusos en esta bendita iglesia de Paraná, existirá un día en el que venga un obispo con ganas de trabajar en serio, ordenar, purificar y limpiar esta casa de Dios tan corrompida, sucia y devastada? Son demasiados años de un mismo personaje enquistado con sus mañas, con sus manipulaciones en un mismo lugar!!”.

Dumoulin apuntó: “Es cierto que el Código de Derecho Canónico no cambió, es claro lo que dice pero parece que los obispos no lo entendían entonces. Benedicto se los explicó más claro. Les dijo: no se hagan los tontos, que tenemos varios líos. Hagan lo que deben hacer. Pero aun no lo entienden y siguen mintiendo y currando con que cambiaron las normas.”

“Lamentablemente –posteó Leonardo Javier Tovar, expárroco de San Benito– se dicen verdades con mentiras. El caso Ilarraz el obispo lo conoce bien, porque el siendo rector del Seminario, llevó adelante la investigación diocesana, que encontrara culpable a Ilarraz, por otra parte el Código de Derecho Canónico no fue modificado, por Benedicto 16, este sólo dio normas nuevas y más fuertes con respecto a este tema, pero no modificó el Código. Este siempre, desde su reforma en el año 1983, fue muy duro con referencia, a los pecados contra 6to. mandamiento, por otro lado el obispo sabía muy bien qué había en el expediente de la causa Ilarraz, ya que a mí personalmente me preguntó sobre mi declaración ante la Justicia, citándome dichos míos en la causa, por último, Mario Gervasoni mintió en la Justicia porque no dijo toda la verdad de lo que sabía, no por no haber estado en las audiencias del obispo, por favor basta de mentir a la gente, bendiciones para todos”.

Un asunto, el de los abusos en el clero, y una figura, la de Puiggari, que siempre levantan polémica.

 
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.