Susana Medina, vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), hasta diciembre presidenta del alto cuerpo, visitó la provincia de Mendoza en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia, y dio un paseo por una bodega boutique junto a la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel en su calidad de titular de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina.

La cuenta oficial en Instagram de la Asociación de Mujeres Juezas la muestra recorriendo una bodega mendocina.

La vocal del STJ Susana Medina recorrió una bodega boutique junto a la vicepresidenta de la Nación. Se trata de Penedo Borges, una bodega boutique ubicada en Alto Agrelo, Mendoza, enfocada en la elaboración de vinos de alta gama en pequeñas cantidades. La jueza entrerriana, copa en mano, disfrutó de la recorrida por las instalaciones donde se realizan actividades eno-turísticas; degustaciones, visitas guiadas por la bodega y el viñedo, y gastronomía regional para disfrutar al pie de la Cordillera de Los Andes.

La vicepresidenta Villarruel es una férrea defensora de la política del terror de la última dictadura. Es fundadora y presidenta del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), desde donde investigó los hechos cometidos por las organizaciones armadas en la década del ‘70 y confeccionó una lista de víctimas. Esto se vio plasmado en un libro que publicó en 2014: Los otros muertos – Las víctimas civiles del terrorismo guerrillero de los 70. También escribió el libro Los llaman… jóvenes idealistas, publicado en 2009.

Es hija de Eduardo Villarruel, un teniente primero del Estado Mayor del Ejército que participó del Operativo Independencia en la provincia de Tucumán y combatió en la Guerra de Malvinas. En 1987, durante el gobierno de Raúl Alfonsín (Unión Cívica Radical), fue detenido por negarse a jurar la Constitución nacional. Por otra parte, su tío, Ernesto Villarruel, también militar, fue detenido en una causa por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención El Vesubio, aunque luego fue declarado “incapaz” para enfrentar el juicio, según un perfil que publicó el diario español El País.

Mientras fue diputada, Villarruel arremetió a menudo contra organismos de Derechos Humanos en Argentina. Así, disparó sus dardos contra la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. “La verdad es que Carlotto ha sido un personaje bastante siniestro para nuestro país porque con ese cariz de abuelita buena la realidad es que ha justificado el terrorismo”, sostuvo Villarruel. La hija de la presidenta de Abuelas, Laura Carlotto, era militante de la Juventud Universitaria Peronista cuando fue secuestrada en noviembre de 1977. Estaba embarazada de tres meses. Los militares la tuvieron detenida en un centro clandestino hasta que se puso de parto, el 28 de junio de 1978. Dio a luz esposada en una camilla del Hospital Militar y le arrebataron al recién nacido. Laura fue asesinada dos meses más tarde y su hijo creció en una familia que lo crió como propio; vivió sin conocer su verdadera identidad hasta 2014.

 

“Viene a reclamar algo cuando tendría que estar admitiendo que por supuesto puede sentir dolor por la muerte de su hija, pero tiene que contar que su hija era combatiente de Montoneros. Entonces digamos todo. Carlotto es una gran muestra de la gran hipocresía de la izquierda”, señaló Villarruel. Carlotto, de 92 años, le respondió: “45 años hace que estoy luchando y arriesgando la vida; me quisieron matar. Eso es mi vida. No tiene sentido lo que diga esta bestia porque así es, no es un ser humano, es una bestia”.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora