Es un día soñado”, dijo el entonces gobernador Sergio Urribarri la tarde del 30 de marzo de 2011 en Cerrito. Fue durante la inauguración de la fábrica de cartuchos de caza y competición de CTL Activ Argentina SA, que, anunció, daría empleo a 120 personas y beneficiaría con su exportación la balanza comercial del país.
La inauguración de esa planta, de capitales españoles, pensaba entonces Urribarri, “ratifica un proceso que iniciamos todos los entrerrianos en diciembre de 2007. Ahora se suman vascos amigos, que llegaron de su país y nos ayudan a hacer una provincia distinta, más vital y más dinámica”.
Casi seis años después de aquellos anuncios, no queda casi nada en Cerrito de aquel sueño grandilocuente. En las últimas horas, la fábrica de cartuchos despidió a 12 trabajadores, y en la planta quedan nada más que 9 empleados, lejos, muy lejos esa cifra de los 120 que pensó Urribarri.

“La firma de capitales españoles y chilenos será modelo en toda Latinoamérica y brindará trabajo a 120 entrerrianos, anunció entonces el Gobierno. “De cada 100 dólares que se importe, la planta exportará 1.000, con lo cual la balanza comercial beneficiará a la Nación”, aseguró el titular de la firma, José Luis Urcelay Vicuña. Por su parte, el intendente de Cerrito, Orlando Lovera, destacó que, “más allá de tener Cerrito un gobierno vecinalista, el gobernador siempre nos ha ayudado”.
Ubicada sobre la ruta nacional Nº 12, en el kilómetro 486, la planta de 8.000 metros cuadrados, según el entonces jefe comunal de Cerrito, mostraba que “hay un porvenir distinto para Cerrito y la región, con la generación de puestos de trabajo y la exportación».

«Desde el municipio hemos acompañado a los inversores para que esta radicación tenga la menor cantidad de inconvenientes posibles”, dijo el intendente vecinalista a la vez que destacó la rapidez con que se realizó la instalación y agradeció a los empresarios españoles por haber elegido Cerrito para invertir.

Por su parte, el titular del grupo inversor Cegasa, Juan Celaya, agradeció al gobernador Sergio Urribarri y al intendente de Cerrito porque “en todo momento lo atendieron” y aseguró que la firma “recompensará esa actitud en la forma de actuar para el porvenir”.

En tanto, el presidente de la firma, José Luis Urcelay Vicuña sostuvo que “esta inversión supone la generación de muchos puesto de trabajo y montos de divisas para exportación”. Sobre esto último, el empresario español aseguró que “la producción irá mayormente al mercado externo”.

Y precisó que “por cada 100 dólares que se importe, se exportarán aproximadamente 1.000 dólares, con lo cual la balanza comercial favorecerá a la Nación”. Por último, aseveró que “la empresa quiere ser partícipe del crecimiento y el desarrollo de Cerrito y Entre Ríos generando más puestos de trabajo y bienestar general”.

La fábrica de cartuchos de Cerrito nunca llegó a emplear esos 120 empleados que prometieron los empresarios y Urribarri.
En abril último la crisis empezó a hacer mella en el proyecto faraónico anunciado. La empresa paralizó su producción y los pocos trabajadores, en la calle.

Luego retomó su actividad, pero nada parecía ya lo que se pretendió.

En 2011, el sueño era posible, y el miércoles 30 de marzo de aquel año Urribarri proyectaba un futuro que ahora se hace añicos. Dijo entonces que “es un día soñado porque ratifica un proceso que iniciamos en diciembre de 2007 entre todos los entrerrianos y ahora también con vascos amigos que llegaron de aquel país y nos ayudan a hacer una provincia distinta, más vital y más dinámica”.

La fàbrica de cartuchos acaba de despedir 12 trabajadores, y se quedó con un puñado de 9.

Sin futuro.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.