«A muchos nos sorprendió enterarnos de su actividad como productor agropecuario. Más aún después de la postura que tuvo en el conflicto del campo.
—Nuestra actividad no fue muy pública por motivos obvios, pero tampoco fue secreta.
—¿Qué motivos?

—Por temor a que me acusen de tener doble estándar, por acompañar al gobierno y tener actividad en el campo. Pero antes de eso, en el 99 saqué un crédito del Banco de Entre Ríos y puse una cantera de piedra, de canto rodado y de arena, y trabajé casi 10 años ahí. Y con Kriptac (se refiere a Kriptax Inc, NdR), hace casi 10 años que retomamos la actividad, con aportes de Brunito incluso.»
El diálogo lo reproce hoy el diario «Uno», y es parte de una extensa nota que el periodista Carlos Matteoda le hizo al exgobernador Sergio Urribarri y en la que abordó el espinoso tema de las denuncias judiciales en su contra y su familia por enriquecimiento ilícito. También, abordó sus dos gestiones, y particularmente el fracasado «sueño entrerriano».
En su proyección nacional, se asume ahora un incomprendido. «Es que muchos no entendían que en ese sueño presidencial, Entre Ríos se iba a convertir en la mejor provincia de la Argentina. Nosotros hicimos un esfuerzo porque sinceramente no me sentía inferior a ninguno de los candidatos presidenciales, y avancé. Luego las circunstancias no se dieron , pero ese protagonismo me permitió generar las condiciones para un triunfo de Bordet en la provincia», aseguró.

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En sus ocho años de gobierno en la provincia, dice Urribarri, «no hubo denuncias de hechos de corrupción», pero que una vez fuera del Poder Ejecutivo, «aparece un dirigente del PRO, que tiene una enemistad manifiesta conmigo». Se refiere, claro, al abogado Rubén Pagliotto, que lo tiene contra las cuerdas en la Justicia con la denuncia por enriquecimiento ilícito.
—Las denuncias no lo afectan solamente a usted. También le hacen daño peronismo entrerriano –le hizo notar el periodista de «Uno».
—Yo creo –contestó Urribarri– que el daño es muy grande y por eso creo que el peronismo no tiene otra que mejorar como partido, como organización política y demostrarlo públicamente. Entonces en vez de perder tiempo esperando un líder providencial deberíamos enfocarnos en reinventar al peronismo y desde sí mismo y desde sus capacidades.
De su cuñado Juan Pablo Aguilera, funcionario actual de la Cámara de Senadores y a quien la Justicia investiga por negociaciones incompatibles con la función pública, dijo: «Una cosa es la denuncia por enriquecimiento que me han hecho, y en lo de Aguilera se investiga si él incurrió en alguna acción incompatible con lo que fue su cargo en el Estado, lo que eventualmente considero improbable toda vez que todos saben que Juan Pablo fue durante siete años funcionario político pero del Poder Legislativo, que es un poder distinto e independiente del Ejecutivo y en el que hasta 2015, en que fue designado Director de la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires, no había tenido ninguna actuación ni -estimo- influencia. Y mientras fue funcionario del Ejecutivo no recuerdo haber firmado nada que pudiera haber resultado en su favor personal. Pero el Ministerio Público Fiscal está obligado a hacer una investigación preliminar.»

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Según Urribarri, la denuncia por enriquecimiento ilícito es parte de una «persecución politica», apreciación que dista notablemente con el panorama que ya tiene armado el fiscal Santiago Brugo con toda la documentación que ha colectado en su investigación.
«Mi primera casa y mi primer auto los compré en General Campos siendo empleado y comerciante. En quinto año de la facultad armamos un estudio contable encabezado por el contador Manuel Amiano y su esposa. Comencé a construir mi segunda casa en el 86 o 87 antes de dedicarme a la política. En el 88 o 89 comencé a incursionar en la siembra de arroz con un amigo. En el 2000 con un crédito del BERSA compré y exploté una cantera. A la casa de Concordia la compré con dos créditos del banco de Galicia, 12 años antes de ser gobernador. Hace casi 10 años retomamos la actividad agropecuaria para lo cual armamos una empresa que se llama Kriptac SA (Kriptax) que ha tenido ingresos muy importantes por venta de soja, de arroz y por servicios a terceros tal como están declarados en AFIP», enumeró.
Los números no dan como los cuenta Urribarri.
La investigación de la revista «Análisis», que sirvió de base a la denuncia en su contra, cuenta que esa empresa fue comprada por los Urribarri en 2008. En realidad, la firma está a nombre de sus hijos Mauro Gabriel –ministro de Gobierno de la provincia- y Sergio Damián, el mayor de los Urribarri, pero que fue comprada en el 2008 a dos humildes prestanombres del conurbano bonaerense, que cobraban planes sociales y aparecen en por lo menos 15 sociedades fantasmas con sede en diferentes lugares del país. Algunas de ellas están vinculadas al kirchnerismo. Además, la empresa Kriptax Inc Sociedad Anónima –de ella se trata- recién comenzó a operar en el 2013; o sea, hace no más de dos años. Tiene sede en Capital Federal, iniciaron las actividades con un crédito del Banco de Formosa por algo más de 1.200.000 pesos, pero no están registrados en la AFIP Entre Ríos.
“Informo que tenemos con mis hijos, desde el año 2007, una empresa bajo la figura jurídica de SA que se dedica a la siembra de arroz y soja sobre inmuebles arrendados. Dicha sociedad es la propietaria del inmueble de 8 hectáreas a que se hace referencia en el lago de Salto Grande”. Esa fue la primera respuesta de Urribarri cuando se conocieron las denuncias por enriquecimiento.
«El tema es que Urribarri faltó a la verdad publicó «Análisis a finales de diciembre último–. Por lo menos en lo que dijo públicamente. En realidad, el ex mandatario nunca participó de la empresa Kriptax Inc. S.A. y sólo lo hicieron sus hijos Mauro Gabriel y Sergio Damián. Pero tampoco fue una sociedad que se originó con ellos, sino que “compraron” la firma. El ingreso a la sociedad por parte del actual ministro de Gobierno de Entre Ríos, Mauro Urribarri y de su hermano mayor, Sergio Damián, se produjo el 9 de octubre de 2008 y no en el 2007, como dijera el actual legislador oficialista. Ese ingreso se concretó por la renuncia de María Rosa Barraza y Silvia Guallama, ambas con domicilio en la provincia de Buenos Aires. Se reformó el estatuto y el objeto, porque hasta ese momento era una “constructora, mediante la refacción y reciclado de inmuebles, administración, arrendamiento, comercialización y explotación integral de inmuebles urbanos y rurales”. La fecha de inscripción de Kriptax Inc ante la AFIP fue el 4 de agosto de 2008 y dos meses después pasó a manos de los hermanos Urribarri. Al año siguiente, en el 2009, ya había empezado la construcción de la majestuosa casa de la Península de Salto Grande; el dato figura en el google earth, cuyo sistema permite ver un tiempo anterior cada imagen satelital que se observa por internet. O sea, ya había desarrollado la inversión mucho antes de empezar a tener una supuesta actividad agrícola con la sociedad anónima..»
Pero su actividad se amplió a otras firmas.
En marzo pasado, se supo de otra firma de los Urribarri.
Urribarri no solamente creó la empresa agropecuaria Kriptax para sus hijos, sino también la firma Agro Premium Sociedad Anónima, donde aparecen como socios sus hermanos, Jorge Guillermo Ramón Urribarri, Armando Arturo Urribarri y su hijo mayor Sergio Damián Urribarri. Tiene la misma sede que Kriptax: Junín 658, piso 6, departamento B, en Capital Federal. Allí funciona además la empresa Ancorar S.A., integrada por otro de los hijos del ex gobernador, Franco Daniel Urribarri y su esposa, Ana Lía Aguilera y que se dedica a la producción de espectáculos.
Las tres empresas tienen la misma dirección fiscal, en Capital Federal: Junin 658, piso 6, departamento A, torre B.
Agro Premium SA fue creada el 10 de julio de 2012 y con la misma modalidad que la otra pyme familiar de los Urribarri: no se publicó en el Boletín Oficial de Entre Ríos, sino directamente en el Boletín Oficial de la República Argentina, con el aval de la escribana Angela Tenuta, de Capital Federal, la misma profesional que conformó Kriptax.

La formación de Agro Premium fue concretada cuatro años después de Kriptax, la que fuera comprada a dos punteras barriales de la provincia de Buenos Aires, que vivían del cobro de planes sociales y que, evidentemente, fueron utilizadas como testaferros, tanto de Urribarri como de otros kirchneristas, que pusieron a su nombre por lo menos 14 empresas en el país. Es decir, se conformó en el inicio del segundo mandato de Sergio Urribarri, cuando el ex gobernador hizo una apuesta fuerte al desarrollo del negocio avícola.
Así, no dan los números que Urribarri da. Ni tampoco resulta demasiado creíble esa especie del Sueño Americano que hizo todo desde chico y con mucho esfuerzo, y que así logró construir un emporio agrocomercial, siendo como fue toda su vida empleado del Estado.

De la Redacción de Entre Ríos.