La ciudad que era está empezando a dejar de ser. Paraná cambia su fisonomía y las torres se abren paso. Las casas de buena  carpintería, amplias aberturas, generosas veredas dan paso a torres desangeladas que dan cabida a muchos hogares donde antes había uno. En calle Alem al 100 existen muchas construcciones de principios del siglo pasado. Pero de modo silenciosos están empezando a caer bajo el yugo del martillo. Ahora, ahí hay un vacío. ¿Pronto una torre?

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.