El miércoles 28 de diciembre de 2016 superamos, por primera vez, la barrera de los 210.000 lectores mensuales. Todos los días, en esta provincia y también en otras, algunos miles de lectores escriben nuestro nombre o clickean en una nota que aparece en redes sociales, y nos encuentran. La cita es sencilla, que sigan ahí y sean más y sean nuevos y sean muchos, es lo difícil.
En poco más de dos meses, Entre Ríos Ahora cumple cuatro años desde sus comienzos en marzo de 2013, entonces de color rojo, actualización pausada y fotos pequeñas. Crecimos, cambiamos nuestra imagen, presentamos más noticias y actualizamos en los modos de comunicar a través de redes sociales.
También, incorporamos herramientas que permiten fácilmente sintetizar la historia de los temas y los protagonistas de las noticias. Sumamos, además, un mini sitio de carácter ambiental, porque es el desafío que tenemos todos y resulta impostergable afrontar.
Hay cosas que se mantienen inalterables, a pesar de la crisis que atraviesa el periodismo y la comunicación en la era de la conexión plena y el acceso a noticias en modo permanente. Nosotros tenemos deseos de contar, ánimo de narrar y afán por decir la verdad.
Y tenemos, sobre todo, un montón de preguntas.
En 2013, por ejemplo, la pregunta era ¿se puede hacer un sitio en Entre Ríos que diga algo de lo que está pasando en un escenario de medios pisoteado por el Gobierno?
Se podía. Se pudo.
Asomamos al 2017 en una situación de equilibrio político en Entre Ríos y apertura del debate: el Gobierno Nacional es de un signo partidario distinto al provincial y a la vez los municipios están repartidos entre una y otra fuerza, eso se refleja también en la Legislatura y en el debate público. Cambió el escenario, en muchos sentidos.
La situación de la provincia, que advertimos desde nuestra modesta tribuna, era aún más grave de lo que pensamos todos. Entre Ríos sufre, además del desastre financiero heredado y un escenario crítico en áreas tan sensibles como salud y educación, una fuerte crisis institucional: las causas judiciales al ex gobernador Sergio Urribarri y a algunos de sus funcionarios, sumados al proceso de enjuiciamiento de dos de los principales magistrados del Superior Tribunal de Justicia (STJ) indican, necesariamente, que estuvimos caminando sobre arenas movedizas. No era lo que parecía. Era todo un poco peor. Empezamos este sitio para contarlo.
Ahora seguimos. Tenemos el compromiso y la esperanza de hacerlo mejor. Deseamos unos minutos antes de fin de año, con la copa en la mano, que este proyecto de periodismo independiente pueda cristalizar en un medio de creciente solidez que resista el tiempo con sus valores intactos y que pueda incorporar la capacidad de nuevos profesionales.
Deseamos sumar un millón de lectores, tener nuevas alternativas de producción propia para compartir, llevar también nuestra marca a otras actividades y sumar auspiciantes que valoren un modo de entender la comunicación.

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Deseamos transmitir noticias, pero sobre todo historias y emociones.
Deseamos que nos vaya mejor a todos, que podamos ver el mapa completo y no solamente la porción de nuestros intereses o enfoques cortos.
Deseamos que no nos gane la pereza, ni el desánimo, que vayamos navegando el año con ese remolino de energía extraordinaria que se precipita en el cuerpo mientras escribimos algo que –sentimos- vale la pena.
Deseamos que los arroyos se limpien de una historia de mugre y que respiren, que las bibliotecas no pierdan sus espacios en el abandono y la desidia, sino que se llenen de gente.
Deseamos, sobre todo, que los chicos puedan ir a la escuela todos los días y que lleguen al aula sanos, sin hambre y sin frío.
Deseamos parecido a lo que desean todos.
Y deseamos, de corazón, contar historias de esfuerzo, complicaciones, peleas, desdichas pasajeras, pero felices, empecinadamente felices.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.

Foto: Ojo Metálico.