Ahora, el cura Juan Diego Escobar Gaviria espera la condena en una causa que se abrió el viernes 28 de octubre de 2016.

Ese día concurrieron a los Tribunales de Nogoyá desde Lucas González –distante 30 kilómetros—las monjas Marta Jacob, superiora general de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, con asiento en Córdoba, y Noemí Carrizo, directora del Colegio Castro Barros San José , y le contaron al defensor oficial Oscar Rossi una situación gravísima: un nene de sexto grado del Colegio Castro Barros San José refirió situaciones de abuso de parte del cura Escobar Gaviria.

Así se abrió la investigación penal que puso al sacerdote a las puertas de una condena por parte de la Justicia.

Las religiosas revelaron que R, que entonces asistía a sexto grado de la primaria en el Castro Barros,  le había contado el martes 25 a su maestra, Araceli Varliero, que había sido abusado por el cura Escobar Gaviria. El caso se convirtió en la piedra de toque que movió una estructura tenebrosa

De las dos religiosas, sólo la monja Carrizo –que dos meses después de haber efectuado la denuncia debió ser trasladada a Resistencia, Chaco, ante el hostigamiento a la que fue sometida por una parte de Lucas González, partidarios del cura— declaró en la Justicia.

Contó que tomó conocimiento de los hechos “un día que yo regresaba de clase en horas de la mañana, y la vicedirectora del nivel primario, Roxana Herlein, me pidió hablar por un caso particular. Nos dirigimos hacia una sala y ella dijo que tenían que venir las maestras de sexto grado, Araceli Varliero y Carina Varliero. Entonces, en la sala me comentan que vino la mamá de un alumno,  R, a compartirles a ellas una situación que para ella era muy difícil pero que se lo había contado su hijo. Me relatan que la mamá les dijo que el niñito, que era monaguillo de la parroquia, le había contado que en algunas ocasiones, sin precisar cantidad ni tiempo, estando la casa parroquial, había sido tocado en sus parte íntimas por el sacerdote. Eso es, en resumen, lo que la mamá les dijo a las docentes, y que la mamá iba a hablar conmigo”.

Silvia Muñoz habló con la monja Carrizo y le contó lo mismo que antes habían escuchado las maestras.

Después de escuchar a la mamá de R, la monja Carrizo volvió a reunirse con las maestras, y fue entonces que decidió poner al corriente de los hechos a la madre general de la congregación, Marta Jacob, que reside en Córdoba.

“La llamo por teléfono a la Madre General, el jueves (27 de octubre) por la mañana y le comento el caso y me respondió que hablaría con la abogada de la congregación y luego me comunicaría lo decidido. La doctora Marilyn Fuello de Cámara le aconsejó que hablara con el obispo de la Diócesis”, contó.

Eso hizo la directora del Colegio Castro Barros San José, de Lucas González: le comunicó los hechos la obispo Juan Alberto Puiggari, quien, rara coincidencia, estaba cerca, en Nogoyá. Puiggari le dice a Carrizo “que hará lo que le corresponde y que nosotros hagamos lo que nos correspondía como institución educativa, que él se lo comunicaría al padre Juan Diego. Ese mismo día, pasado el mediodía, monseñor fue a la parroquia a hablar con el padre Juan Diego, luego me llamó por teléfono el padre para que fuera a la parroquia que monseñor quería hablar conmigo. Allí compartimos simplemente que el padre me preguntó quién era la familia y monseñor le dijo que celebrara la misa ese día, ya que había una celebración especial y que al día siguiente, por el día viernes, se retirara de la parroquia por un tiempo. Luego ellos se fueron y yo le comuniqué a Madre General y ahí ella me dijo que viajaba para acá esa noche para que el día viernes viniéramos a Nogoyá a realizar la exposición del caso ante la autoridad correspondiente ya que somos institución educativa y se trataba de un alumno menor”.

Eso hicieron el viernes 28 de octubre de 2016: se presentaron en la Justicia y denunciaron al cura del pueblo.

El cura del pueblo que este viernes escuchará la decisión del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.