Los informes preliminares de la autopsia practicada al cuerpo de Leonardo Gabriel Quintana, el joven de 21 años cuyo deceso se produjo el viernes 21 en una celda de la Jefatura de Policía de Victoria, apuntan a  que se trataría de un suicidio. Ese es el dato que manejan en la Justicia y que lleva a los investigadores a inclinarse por esa hipótesis y no por el homicidio, como piensan los familiares, que esta mañana protagonizaron una violenta trifulca frente a la sede policial, con quema de cubiertas, balazos de goma y cuatro personas detenidas, cuya liberación se podría producir en las próximas horas.

La familia apunta a la Policía como responsable de la muerte de Quintana. Pero en la Justicia tienen ya elementos como para descartar ese camino. «En la autopsia se aplicó el protocolo de Minessota, que es súper estricto para ver si hay lesiones en miembros y órganos, no se encontró nada de eso», dijeron fuentes de la investigación. Además, están las imágenes de las cámaras de la Jefatura, que fueron secuestradas minutos después del deceso, y que no darína indicios de la intervención de otra persona.

La muerte de Quintana se produjo el viernes minutos después de que concluyera la audiencia en la que el juez de feria Juan Eduardo Lloveras le aplicara 20 días de prisión preventiva por una serie de hechos que desencaderon en su detención, el martes 18, en Paraná. El muchacho había robado un Ford Focus en Victoria, perteneciente a un agente del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, con la intención de venderlo. A bordo de ese vehículo se trasladó hasta Paraná.

Tenía el antecedente de una denuncia por violencia de género y una imputación por desobediencia judicial al no respetar una orden de restricción a su expareja.

La restricción le había sido impuesta el 28 de diciembre por el juez Lloveras a partir de una denuncia presentada por su expareja PAM. Se le impuso «prohibición de acercamiento» a una menor a 200 metros, «por el plazo de 15 días y/o hasta que se contara con el informe» del Equipo Técnico Interdisciplinario. Pero Quintana no atendió esa orden: el 30 de diciembre intentó contactar a su expareja por el whatsapp del celular de su hermano; luego, a través del celular de una amiga en común de ambos,  llamó telefónicamente e intentó hablar con la denunciante, quien cortó la comunicación. Más tarde, decidió dirigirse personalmente al domicilio de su ex, y entonces fue detenido por la Policía.

La situacíon le genera una nueva imputación, ahora por desobediencia judicial. Ante el juez Lloveras decidió abstenerse de declarar, y luego del trámite, quedó en libertad.

El 14 de enero último, el agente penitenciario Claudio Martínez denunció el robo de su vehículo Ford Focus. La investigación policial realizada en base a imágenes de cámaras de seguridad condujo la investigación hacia Quintana como autor de la sustracción, que es detenido en Paraná el martes 18. Ese día el fiscal David Martín Vechetti le imputó el delito de sustracción y remitió el pedido al juez Lloveras para que le imponga 20 días de prisión preventiva.

Pero antes de ser detenido, Quintana tuvo un raíd en Paraná. Aquí se alojó en el Hotel Bristol, en la zona de Cinco Esquinas, de donde se fue sin pagar la estadía, y luego se alojó en una pensión. En el Hotel se registró con una identidad falsa. En medio, se deshizo del Ford Focus, cuyo paradero de momento se desconoce.

La Policía estaba tras sus pasos con una orden de detención por el robo y también por la violación de la prohibición de acercamiento a su expareja. Luego de ser aprehendido, fue trasladado a Victoria. «En la audiencia ante el juez se pidieron 20 días de prisión preventiva. No es común porque tratamos de evitar las preventivas -cuenta una fuente judicial-. Pero en este caso, estaba fugado, violó una orden de restricción, robó un auto que luego descartó y no sabemos qué fin tuvo,  y vivía con identidad falsa».

Luego de esa audiencia, se produjo su deceso en sede policial.

Furia en Victoria por la muerte de un joven en una celda

 

Esta mañana, los familiares de Quintana se entrevistaron con los dos fiscales que tramitan causas en las que estaba involucrado el muchacho: Eduardo Guaita, que tiene a su cargo la causa penal por violencia de género, y Martín Vechetti, que lleva adelante la investigación por el robo del Focus. En esa reunión pudieron ver las imágenes de las cámaras de seguridad del interior de la Jefatura de Policía que mostrarían que no hubo intervención de otra persona en el deceso de Quintana. Aunque no entendieron razones. «Esas imágenes están editadas», les dijeron a los fiscales, y tras eso el grupo se dirigió hacia la Jefatura de Policía, contigua a la Fiscalía, y comenzaron los incidentes: pintadas y quema de cubiertas, acción esta última que derivó en la respuesta de la Policía y la detención de cuatro personas.

Ahora, en los Tribunales de Victoria, a la causa que investiga la muerte de Quintana, se sumó otra investigación penal contra las cuatro personas que fueron detenidas en los incidentes. «No es que nos pintaron las paredes solamente. Hubo tentativa de incendio. Quemaron cubiertas y las arrojaron a la sede de la policía. Cruzaron una línea», dijo la fuente consultada.

Pero como el clima sigue tenso en Victoria, la decisión que adoptará la Justicia en las próximas horas será la de liberar a los cuatro detenidos, por cuya suerte se interesó el subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia, Daniel Paduan.

Una de las personas detenidas es una tía de Quintana, Marisa Quintana. Esa mujer había sido denunciada por amenazas por el joven muerto.

A pedido de la fiscal Flavia  Villanueva, el juez de Garantías de Victoria, Luis Francisco Marquez Chada, dispuso el 15 de octubre, y por un plazo de sesenta días, “medidas de protección inhibitoria en contra de Marisa Quintana y su hijo” en favor de Leonardo Gabriel Quintana, “debiendo ambos –madre e hijo- abstenerse de realizar cualquier tipo de acto que perturbe la tranquilidad espiritual del denunciante y su grupo familiar, como así tampoco efectuar comunicaciones telefónicas o por cualquier otro medio telefónico o informático”.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora