El Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina es uno de los espacios de mayor impulso y convocatoria en la escena cultural de la capital entrerriana. Tiene una agenda completa y diversidad de propuestas. Los artistas de la región quieren estar en la Usina y buena parte del mérito corresponde a la gestión de la directora del espacio, Soledad Salvarredy, que ha conseguido gestar ese vínculo a través de un diálogo fluido y respetuoso, en el que ingresa un abanico amplio de referencias artísticas y culturales.

Aún en los años de Pedro Báez como ministro de Cultura y Comunicación, la Usina supo resguardarse como nicho de la diversidad en un área dominada por una visión angosta y acotada. De lo que no pudo zafar la Usina fue de los manejos del urribarrismo y de sus consecuencias. Fue el epicentro de una notable inversión, sin embargo menos de dos años después la sala principal no se puede ocupar por filtraciones.

El Centro Cultural y de Convenciones de calle Gregoria Matorras, tuvo un lugar preponderante para recibir la Cumbre de Presidentes del Mercosur en diciembre de 2014. La mayor cantidad de obras de infraestructura planificadas por la Unidad Operativa de la Cumbre del Mercosur -creada por decreto N° 3.615 firmado por el entonces gobernador Sergio Urribarri y facultada para contratar de modo directo sin utilizar los mecanismo de la licitación o el cotejo de precios- se concentraron, justamente, en la Usina y en el histórico edificio de la Escuela Del Centenario.

En 2014 se invirtieron millones, pero lo que se hizo no duró.

En 2014 se invirtieron millones, pero lo que se hizo no duró.

Entre cinco constructoras se llevaron 38 millones de pesos en obras. La gran mayoría repartidas entre la escuela y el centro cultural.

La firma Cemyc SRL cobró $ 12.979.337,82, la constructora Antonio Caballi SA, del empresario Miguel Ángel Marizza, se alzó con $ 12.683.198,14, mientras que Szczech & Szczech SA se llevó $6.88.198,97; OIC SA percibió $5.644.639,94 y Luis Losi SA solo $ 535.184,34.

Estos son los montos totales que resultan de la suma de gastos en el informe presentado, en marzo de 2015, ante el entonces presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, José Allende, con la firma de Hugo Céspedes, coordinador de la Unidad Operativa del Mercosur.

Cada uno de esos gastos y muchos otros que no figuran en ese documento (como la contratación de Nelly Entertainment S.A por 27 millones de pesos para los famosos spots de promoción), son los que investiga el fiscal Santiago Brugo en la causa que intenta dilucidar si en la gestión Urribarri se incurrió en delitos que van desde el incumplimiento de deberes de funcionario hasta el fraude al Estado.

En el detalle del informe presentado ante Allende, falta mucha información y hay aspectos que asombran cada vez que se especifica la razón del desembolso: figuran $1.653.560 de gasto en el sistema contra incendio o $2.564.510 en instalación de equipos de audio. Más llamativo aún: Caballi S.A cobró $885 mil, según consta en el informe, por “alquiler, armado, mantenimiento y desarme de elementos de decoración”. La carpeta asfáltica del garage de la Usina le salió al Estado más de $550 mil, pero no se quedó atrás el gasto “en parquizado”, por más de $400 mil en ambas sedes o el retapizado de sillas que, nada más que en la Usina, superó los $300 mil.

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Lo que se pagó en tendido y conexión de fibra óptica casi alcanza los $6 millones. Se trata, más precisamente, de $5. 784.266 abonados a Organización Industrial Construcciones SA (Oicsa), la misma empresa vinculada al escandaloso sobreprecio denunciado en Larroque por el actual intendente Darío Benedetti (Cambiemos).

Lo más curioso del caso es que, pese a la inversión realizada hace menos de dos años, la Vieja Usina hoy funciona en la mitad de sus capacidades. Concretamente, desde la primavera del año pasado la sala principal del centro cultural no puede albergar espectáculos artísticos por problemas de filtraciones. Se observan los pisos de madera levantados por la humedad, la sala no se usa, pero lo que hacen agua son los números de Urribarri y Pedro Báez, que supuestamente realizaron una inversión millonaria en un espacio que hace meses ya no se puede ocupar.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.