En la localidad de Santa Elena, en el departamento La Paz, un grupo de personas reclama en las puertas del municipio por contratos y supuestas promesas incumplidas del intendente Silvio Moreyra (PJ). Algunos protestan porque dicen que fueron echados sin causa y, otros, porque aseguran que el dirigente no cumplió con su palabra de darles contratos o estabilidad en el municipio.

La historia del reclamo entrelaza uno de los males de la política local: el clientelismo político. En su momento, a Domingo Daniel Rossi le estalló un caso similar. Ahora la sufre su concuñado y enemigo político, el intendente Moreyra, ex director del Instituto de la Obra Social de Entre Ríos (Iosper). El protagonista de ambos casos es un ex empleado municipal y hoy ex militante de la agrupación “Amo Santa Elena”, creada por el actual jefe comunal santaelenense.

La protesta comenzó esta semana. El grupo que reclama dice que son alrededor de 20 personas; mientras que en el municipio hablan de dos hombres y sus familias. Uno de los manifestantes se hizo conocido en 2013 cuando se encadenó con un niño de 10 años en el edificio municipal, en protesta al entonces intendente Rossi. Ahora, el joven afirma que lo de aquella vez fue una puesta en escena sostenida por Moreyra, en los albores de su campaña para llegar a la intendencia.

Cesar Rivero, de él se trata, es un ex militante de la agrupación “Amo Santa Elena”, y hoy es una de las caras visibles del reclamo frente al municipio. A este jueves, ya acumula dos denuncias: una por haber golpeado con un hierro a un trabajador del área de prensa del municipio; y otra por violencia de género. Por esta última deberá presentarse a declarar en la fiscalía de La Paz el próximo martes.

En diálogo con Entre Ríos Ahora, Rivero comentó que en la protesta son alrededor de “20 personas, entre contratados que no le pagan hace dos meses y otros que los han largado sin motivo. Otra persona hace 14 años que trabaja en la municipalidad y no lo quieren dejar efectivo,  cuando hay gente allegados al intendente que en dos meses los dejan en planta permanente”.

En cuanto a su caso, contó que junto a su pareja fueron despedidos del municipio en noviembre de 2015, que luego fue a buscar suerte en Córdoba, y regresó siete meses después a la localidad. “Yo trabajaba en el área de Acción Social y cuando me echaron no me dieron ningún motivo. Ahí me retiré y con mi mujer emigramos a Córdoba a trabajar. Estuve siete meses en una empresa como soldador”, señaló.

Consultado sobre su pasado militante en la agrupación del intendente, Rivero dijo: “Milité desde un principio y fui la mano derecha de él. Fui su chofer, entraba y salía de la casa a la hora que él me llamaba, le hacía los mandados. Él me dijo que me iba a poner efectivo, pero no fue así”.

El ex militante y ex contratado aseguró que una de las tareas militantes incluyó el encadenamiento en el municipio en 2013, durante la intendencia de Rossi. “Me incentivaron, me mandaron a que me encadene y pida trabajo. Fue el señor Silvio Moreyra y su gente. Ellos me apoyaban, me mandaban gente para estar ahí. Todo para ganar las elecciones”, aseguró.

Ahora, enfrentado a Moreyra, dice que sólo quiere trabajo para sostener a su familia: “Sólo queremos trabajo digno y un sueldo como la gente. Estamos cansado del contrato de 1.500 pesos por mes”, subrayó.

Este jueves, durante la protesta, un trabajador de prensa del municipio fue agredido con un hierro en la cabeza. El empleado, Jorge Ponce, señaló a Rivero como el responsable de la agresión. Preguntado al respecto, el ex militante negó que lo haya golpeado: “Nosotros estábamos acomodando unas gomas y mi señora me llama y me dice que Ponce estaba haciendo señas obscenas. Le voy a preguntar por los gestos y por qué filmaba, y me agrede verbalmente”, dijo.

“Ahí sólo le amagué como si le voy a pegar, se agacha y se pega con el trípode de la cámara. Salió haciendo un escándalo con que le había pegado con un fierro”, afirmó Rivero.

Por ese hecho fue denunciado en sede policial, pero en la tarde noche de este miércoles fue anoticiado de una nueva denuncia, esta vez por presunta violencia de género hacia una empleada municipal. “Recién me llegó una denuncia por violencia de género, y  yo no la conozco a la chica. Nosotros en ningún momento le faltamos el respeto. Yo me voy a presentar en fiscalía”, dijo Rivero.

Este jueves la protesta continúa con una olla popular en la plaza central y prevén instalar una carpa cerca del Anfiteatro, para visibilizar el reclamo durante la presentación de Los Nocheros, evento que promete una concurrencia importante de público.

“Rivero siempre tiene el mismo planteo”


Jorge Ponce, encargado de prensa del municipio, agredido este jueves, minimizó la protesta: “Son dos personas y su grupo familiar. Uno solicita que no les descuenten más del banco y el otro reclama con su familia después de haber renunciado a su trabajo en dos oportunidades”, dijo.

“El primero no está despedido, sucede que asumió el compromiso con una entidad financiera y le están haciendo los descuentos, y le hacen el débito automático. Él culpa al área de liquidación del municipio. El otro reclama con la familia. Rivero renunció dos veces a su trabajo y ahora quiere ser reincorporado. Rivero siempre tiene el mismo planteo, pone a la familia y a los hijos por delante. Una vez se encadenó en la municipalidad”, recordó.

En cuanto a los dichos del joven de que en 2013 fue contratado para encadenarse en el municipio, Ponce lo negó: “No van a ser tan ingenuos de decirle ‘andá y encadenate con los chicos’. Eso es inverosímil. Nadie va a decir eso porque no se puede utilizar a los chicos para una maniobra política”, resaltó.

Luego dio su versión de cómo fue golpeado durante la protesta. “Ayer se pusieron a quemar neumáticos y por el viento entraba el humo al edificio. Fue una doctora del hospital a asistir a una chica embarazada y entonces se libró una circular del Ejecutivo para salir más temprano porque en esas condicione no se podía seguir trabajando. Yo salgo y registraba el momento en que la gente salía, solo íbamos a mostrar ese dato objetivo, no íbamos a opinar de la protesta. Ahí viene Rivero y me agrede. Sin mediar palabra le pegó a la cámara y me pegó con un fierro con el que atizaba las gomas”.

Así las cosas, la protesta sigue en la localidad del norte entrerriano, a la espera de una respuesta del intendente Silvio Moreyra, otrora ex jefe político de los manifestantes.

Fotos: Gentileza Nicolás Ríos

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.