“Fui el único juez que se expresó en contra de juicio por jurado y el primer juicio por jurado de la provincia me tocó a mí”.
De ese modo se presenta Pablo Andrés Vírgala, un magistrado jubilado, exvocal del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Paraná, que en noviembre de 2020 tuvo la responsabilidad como juez técnico de dirigir el primer juicio por jurados en Entre Ríos.
“Se lo dije al jurado cuando terminó todo y hablé con ellos, cuando ya habían dictado el veredicto. Les dije: ´Miren, yo, la verdad, no estoy a favor del sistema´. Me preguntaron por qué. Yo lo escribí hace un tiempo y lo hice público. No me gusta el veredicto inmotivado. Cuando los jueces dictamos una sentencia condenatoria o absolutoria, damos razones, para que pueda ser revisada por una instancia superior. En este sistema, el veredicto es inmotivado. Eso a mí no me gusta. Nunca nadie va a saber cómo fue la discusión y cómo llegaron a un veredicto, en este caso condenatorio. Eso a mí no me gusta. Y también tengo otra crítica: por ejemplo, no me parece bueno que sea obligatorio. Me parece que debería ser una opción para la persona involucrada en un delito grave. Tendría que poder elegir ser juzgado por uno o tres jueces técnicos y no por un jurado. También creo que es un poco engorroso en caso de no llegarse a un acuerdo, aunque acá salió rapidísimo la sentencia. Si el jurado se estanca y no llega un veredicto en un plazo razonable, prudencial, se disuelve el jurado y se hace otra vez el juicio con otro jurado”, contó Vírgala luego de aquel primer proceso.
Ahora, el sistema de juicio por jurados está en boca de todos a propósito del proyecto del Poder Ejecutivo que se debate en la Legislatura y que apunta a introducir reformas que no convencen a todos.
En diálogo con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7, Vírgala razona a la distancia. “Estaba en contra del juicio por jurados. Pero por supuesto, era mi trabajo, lo hice, traté de hacerlo bien. De hecho, las críticas a mi trabajo fueron buenas, pero usted sabe y le consta, porque además puede buscarlo, se publicó en todos lados, las reservas que yo tengo contra este sistema. Hay algunos que se enojan conmigo por esto, pero no logran responder mis preguntas. Entonces, en vez de enojarse, les pido que respondan si lo que yo digo es verdad o no. Cuando yo me pongo en contra de juicio por jurado, lo hago desde las garantías, por ejemplo, y lo vengo repitiendo. Si usted es imputado y es declarado culpable por un jurado popular, usted querría saber por qué lo encuentran culpable. Y usted pide respuesta porque usted tuvo un buen abogado, presentó pruebas, pruebas que su entender eran muy buenas para la absolución, y sin embargo, el jurado lo condenó. Bueno, ¿no le gustaría saber por qué, cuáles son los argumentos? Bueno, con el juicio por jurado no lo va a saber, porque el jurado no da fundamentos. En cambio, los jueces técnicos sí. Esa garantía del imputado se perdió con el juicio por jurados. La garantía de saber por qué lo están condenando ahora no la tiene. Y hay un dato más –detalla-. El imputado puede recurrir, tiene un recurso de casación, pero ¿qué pasa? El juicio se hizo frente a un jurado popular que brinda su veredicto de acuerdo a la íntima convicción. Pero usted va a recurrir a un tribunal, ahora técnico, que no vio el juicio y que dicta una sentencia de acuerdo a la sana crítica racional. Es una locura”.
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Pero además, cuando el jurado popular declara a un imputado de un delito como “no culpable” el sistema no permite apelar ese veredicto.
“Hoy, un veredicto absolutorio de un jurado popular parece que es una manda de Dios: no se puede recurrir. Con un juez técnico, a usted le dan los argumentos a partir de los cuales una persona es absuelta. Y usted podía recurrir sabiendo los fundamentos. Hoy ni sabe los fundamentos del veredicto de no culpabilidad y no tiene recursos. Bueno, eso pasa con la víctima. Entonces estoy en contra del sistema porque ha degradado garantías para el imputado y para la víctima. Hay gente que se enoja conmigo. Discútanme si esto no es así”, sostiene.
El sistema de juicio por jurados tiene otra peculiaridad: si el proceso se estancia, y eso ocurre cuando los 12 jurados populares no llegan a un veredicto por unanimidad, se convoca a otro juicio por jurados, con otras personas. Pero si por segunda vez se estanca, el proceso termina ahí, y el imputado es sobreseído.
Dice al respecto: “Esa persona que fue sometida a dos juicios por jurado y los dos se estancaron, inmediatamente es absuelta. Y usted, víctima, no puede recurrir eso. La víctima perdió el derecho al recurso y el imputado perdió el derecho o la garantía a saber por qué lo declararon culpable, pese a las pruebas que ha presentado. El artículo 65º de la Constitución de la Provincia dice que todos los actos de gobierno, las sentencias judiciales, deben estar debidamente fundados. Bueno, el veredicto de 12 personas no está fundado, porque son infalibles. Tan infalibles que si se declara que no es culpable una persona, no se puede recurrir. Por favor. ¿Por qué son infalibles? Porque son 12. Por eso. Por favor, eso es demagogia pura”.
Vìrgala entiende que los jurados populares no son infalibles. “No hagamos de esto como que fuera lo mejor, como que fuera la mano de Dios, porque no lo es”, sostiene.
“Cuando decimos que los problemas de la democracia se arreglan con más democracia, acá no se puede trasladar lo mismo. No es un problema de principios, este es un problema muy práctico, no alcanza la gente, no alcanza el tiempo. Y no hablemos del dinero, porque supongamos que tengamos todo el dinero para hacer todos los juicios por jurados. Deberíamos ir por un sistema en el que el juicio por jurado sea optativo. Si el imputado quiere renunciar a la garantía de que no le digan por qué lo están condenando, bueno, que vaya al juicio procurado, pero que no lo obliguen, que no pierda ese derecho”, subraya.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora