El edificio de una financiera ubicada sobre calle Urquiza era el resguardo que utilizaba una pareja de sin techo para dormir cada noche. La construcción, peculiar, dejaba un espacio bajo techo entre el acceso y la vereda, y en ese lugar se armaba un dormitorio ad hoc. Pero ahora ya no. Ya comenzaron los «trabajos» de cerramiento con vidrios para evitar que la situación se repita. Los sin techo, entonces, irán buscando nuevos «lugares», como las plazas, las salas de espera de los hospitales, bajo los árboles, a la intemperie.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.