Lo llaman el «puente». En realidad, es un alcantarillado muy provisorio que permite el paso vehícular sobre la traza del arroyo Antoñico en la zona sur de la ciudad. Está en la esquina de Avenida Ramírez y Manuel Gálvez. Fue el epicentro de la tragedia el sábado 14 de diciembre, cuando Fiorella Furlán intentó cruzar en medio de un aguacero impresionante: 200 milímetros en 18 horas. No pudo. Fue arrastrada por el agua y su cuerpo fue hallado luego cerca de Bajada Grande. Desde 2009 los vecinos piden que se construya un paso que evite los desbordes del arroyo. Ahora, después de aquel día fatal, está clausurado.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.