El cura Leandro Bonnin, un miembro del clero paranaense de altísima exposición en redes sociales, autor de un libro contra la educación sexual integral con perspectiva de género y declaradamente antiabortista, volvió a manifestarse contra la política sanitaria en torno al manejo de la pandemia y fustigó la política del «miedo».

“Me preocupa mucho ver cómo se ´romantiza´ la situación que estamos viviendo: la cuarentena, las restricciones, el barbijo obligatorio en la vía pública…  No es el barbijo solamente: es el modo en el que nos han ido quitando derechos y -encima- nos hacen creer que está buenísimo que así sea… Y que somos héroes por obedecer a la OMS (Organización Mundial de la Salud, NdelR)”, planteó en agosto último en su página en Facebook, donde tiene más de 20 mil seguidores.

Ahora dio un paso más en su crítica a la política sanitaria en torno a la pandemia de coronavirus y fustigó con dureza lo que entendió como la aplicación de medidas gubernamentales basadas en el «miedo». Dijo: «Lo que carece por completo de sentido es estructura la vida de un país guiados solo por el miedo. El miedo nos vuelve sonsos, muy sonsos (SIC)», planteó.

El miedo, aseveró Bonnin, «nos impide ver posibilidades intermedias entre los extremos»; además, «anula la creatividad»; y, a su criterio, «alienta una actitud paranoica, según la cual el que piensa distinto es un enemigo de la humanidad».

Y planteó la necesidad de que se adopten 5 medidas «urgentes y totalmente razonables -en mi opinión- siempre y cuando dejemos el miedo ´entre paréntesis´ y comencemos a obrar con auténtica prudencia», a saber:

  1. «Encuentros presenciales, no obligatorios, al menos una vez o dos a la semana, para alumnos de los años finales de la primaria, secundaria y universidad. En espacios abiertos o amplios, en grupos no numerosos. ¡No es para desarrollar contenidos necesariamente! Es para que muchos recobren la alegría y el entusiasmo de vivir, amenazada por el encierro y el aislamiento.
  2. Apertura de cementerios para que los que han perdido familiares y fueron obligados a sepultarlos a cajón cerrado puedan al menos ir a llorar junto a su tumba. Ampliación de permisos para cantidad de personas en los ritos funerarios.
  3. Apertura inteligente de hogares de ancianos y geriátricos, para que los hijos y nietos puedan mirar a los ojos y -si no abrazar- al menos reírse juntos, o llorar, o hacer lo que deseen. En diez minutos se puede resolver cómo hacerlo sin riesgo.
  4. Apertura de todo tipo de actividades culturales al aire libre, con espacios delimitados. Para eso, dejar impecables todos los parques y paseos con que cuentan las ciudades: pasto corto, árboles podados, fumigación, buena iluminación. Cuantos más metros cuadrados prolijos, menos aglomeración.
  5. Apertura de todas las actividades religiosas, sin límites arbitrarios de participantes (un número fijo) sino con participación proporcional según la superficie del lugar sagrado».

» Todos sabemos que la clave en este momento es guardar el distanciamiento con desconocidos. Podemos realizar prácticamente la totalidad de nuestra vida teniendo en cuenta esas limitantes», planteó y agregó: «Que el miedo no nos vuelva sonsos (SIC)… o zonzos, como prefieran».

EL MIEDO SÍ ES SONSO Sin pretensiones castellanianas, me permito reformar esa suerte de refrán a través del cual…

Publicado por Padre Leandro Bonnin en Martes, 22 de septiembre de 2020

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.